Después del julio más seco y caluroso en Galicia, agosto está empezando a traer un tiempo más propio del otoño-invierno que del verano. Desde la tarde de ayer las nubes y las lluvias se han apoderado de la comunidad, y no será un hecho puntual. De hecho, las precipitaciones serán más intensas y vendrán acompañadas de fuertes vientos el próximo miércoles, cuando llegue al noroeste de la península un frente activo.

En el origen de ese frente esta la tormenta tropical Kyle, que se está desplazando desde América hacia Europa. Según explica Meteogalicia, el cicló, al contacto con aguas más frías, se transformará en borrasca y, según los modelos que manejan, llegará a las costas de Irlanda el próximo miércoles. En ningún caso, a tener de la información disponible ahora, se tratará de una ciclogénesis explosiva, ni atravesará Galicia. Eso sí, enviará un frente que obligará a activar durante todo el día una alerta por vientos de fuerza 7 en el mar, entre Fisterra y Estaca de Bares. Las lluvias, que serán persistentes y más intensas en la fachada atlántica, llegarán después, durante esa noche.

Pero no hará falta la llegada de los restos de la tormenta tropical Kyle para prolongar el mal tiempo con el que se cerró el fin de semana. Tanto hoy como mañana continuarán predominando las bajas presiones con vientos del sudoeste, que dejarán precipitaciones intermitentes y mucha nubosidad. Las temperaturas, eso sí, no experimentarán grandes cambios, con las máximas superando por poco los 20 grados Celsius y las mínimas alrededor de los 18.