Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El ojo también se resiente por el coronavirus

Especialistas vigueses advierten del riesgo de lesiones oculares tras el confinamiento y el cambio de estilo de vida en verano

Una oftalmóloga examina a una mujer en una campaña de salud visual anterior a la pandemia. // Noe Parga

Oftalmólogos gallegos advierten sobre las graves consecuencias que puede tener en la salud visual el descuidar los chequeos y revisiones periódicas tras el estado de alarma por miedo a contraer Covid-19. La doctora Inés Pérez, oftalmóloga del hospital Povisa de Vigo, asegura que el riesgo de desarrollar una lesión ocular es especialmente alto en personas mayores y con patologías previas y recuerda que estas pueden conllevar pérdidas de visión importantes.

El elevado número de horas que adultos y niños han pasado delante de las pantallas de dispositivos digitales durante el confinamiento tiene consecuencias en la vista. La actividad de visión próxima continuada, especialmente delante de ordenadores y teléfonos móviles, provoca fatiga y sequedad ocular, pudiendo producir visión borrosa, diplopía (visión doble), fluctuaciones de la visión, fotofobia, sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento y lagrimeo. Además, puede ser una causa de la progresión de trastornos como la miopía.

"Diferentes estudios apuntan a que el estilo de vida y de ocio de los niños: pasar muchas horas en sitios cerrados, leyendo, escribiendo, viendo la televisión o con diferentes dispositivos electrónicos, puede ser una de las principales causas del aumento en la aparición y la progresión de la miopía", señala la especialista, quien recomienda revisiones oftalmológicas específicas en el caso de los niños con miopía de comienzo temprano y progresión rápida para valuar distintas opciones de tratamiento para el control de la progresión de la miopía.

Por esto, la oftalmóloga afirma que es interesante un examen exhaustivo de salud ocular para "valorar posibles afecciones oculares que hayan podido aparecer durante el confinamiento, y especialmente para controlar a la población con patologías oftalmológicas previas". En concreto deberían de revisarse de manera periódica personas con degeneración macular asociada a la edad, cataratas, glaucoma -tanto el paciente con sus familiares de primer grado-, pacientes con defectos de refracción como la miopía y la hipermetropía, diabéticos, hipertensos, aquellos con patologías corneales (como el queratocono) y con problemas de superficie ocular como los que presentan sequedad, queratitis o conjuntivitis, y también los niños con estrabismo y/o defectos refractivos, especialmente aquellos con el diagnóstico de ambliopía (ojo vago)", asegura esta especialista en Estrabismo y Oftalmopediatía, que añade que en el caso de los niños con "ojo vago" es importante durante el verano no descuidar el cumplimiento del uso de gafas y oclusiones para no experimentar un retroceso en la recuperación visual del niño.

Al confinamiento se suman ahoran los hábitos del verano, entre los que la especialista destaca la exposición de los ojos a la radiación solar y al aire acondicionado, y el cloro de las piscinas, que también pueden ocasionar lesiones oculares importantes, por lo que no debería descuidarse este aspecto a pesar de la pandemia. La queratitis actínica es una de las lesiones más habituales en esta época del año, pero la radiación también puede provocar degeneraciones conjuntivales como el pterigium y la pinguécula y en pacientes con sequedad ocular pueden aparecer erosiones y úlceras corneales con dolor, sensación de cuerpo extraño y problemas de refracción. También el cloro puede producir irritación conjuntival y el aire acondicionado puede ocasionar sequedad ocular, lo que se traduce en molestias continuas que empeoran la calidad de vida.

Compartir el artículo

stats