El primer ministro británico, Boris Johnson, defendió ayer la cuarentena impuesta a los viajeros llegados de España y afirmó que el Reino Unido debe protegerse ante "la amenaza de un segundo brote" de coronavirus "en otras partes de Europa".

Johnson dijo que su Gobierno debe actuar de manera "rápida y decisiva" cuando ve que "los riesgos vuelven a aflorar", lo que, mantuvo, está ocurriendo en partes del continente europeo, donde "se empieza a ver en algunos lugares indicios de una segunda ola de la pandemia".

Preguntado durante un acto en la ciudad inglesa de Nottingham, el líder conservador declaró que corresponde "a cada uno" decidir si se quiere ir de vacaciones al extranjero en estas circunstancias, pero, en cualquier caso, la cuarentena se debe cumplir para evitar "sembrar el virus en el Reino Unido".

El jefe del Ejecutivo reconoció que su equipo "siempre busca maneras de mitigar el impacto de la cuarentena", frente a la noticia aparecida ayer en "The Telegraph" de que se podría reducir el periodo de confinamiento de catorce a diez días. "Por el momento, hay que cumplir las directrices que hemos dado; sobre España y otros lugares en el mundo", afirmó.

"Siento decir que, si vemos indicios de una segunda ola en otros países, es nuestro trabajo, nuestro deber, actuar de manera rápida y decisiva para evitar que los viajeros que regresan de estos lugares siembren la enfermedad aquí en el Reino Unido". Por eso se han tomado las medidas respecto a España y se seguirán tomando "durante el verano" cuando sea necesario, añadió.

"Seamos claros sobre lo que está sucediendo en Europa, entre nuestros amigos europeos, y es que se están viendo en algunos lugares indicios de una segunda ola de la pandemia", afirmó.