El fin del estado de alarma ha sacado a la carretera a miles de vehículos. Y después de tres meses con una accidentalidad en mínimos históricos por las restricciones de movilidad -el tráfico llegó a desplomarse más de un 90% en Galicia -, el contador ha echado de nuevo a andar. Y lo hace a un ritmo preocupante, con más imprudencias al volante: el consumo de alcohol y drogas ha aumentado y también los excesos de velocidad. Desde el pasado 21 de junio, día en que el Gobierno central levantó el estado de alarma, las carreteras gallegas registraron 11 fallecidos -cinco conductores, tres motoristas, dos pasajeras y una viandante atropellada, el doble que el mismo periodo del año pasado (seis) y 43 heridos graves, un 10% más.

Las estadísticas del último mes han hecho saltar las alarmas en la DGT por el aumento de la lesividad y la gravedad de los accidentes. Las autoridades de Tráfico advierten de un "desfase" en las carreteras de la comunidad desde que se puso fin a las limitaciones en los desplazamientos por lo que se ha decidido reforzar la vigilancia, en especial en las zonas de ocio nocturno y en aquellas vías con más afluencia de motoristas ante el repunte de la siniestralidad con los vehículos de dos ruedas.

En los controles rutinarios y en las asistencias a accidentes, los agentes de la Guardia Civil en Galicia han detectado un aumento del consumo de alcohol y/o drogas y un incremento de la velocidad desde el fin del confinamiento.

A modo de ejemplo, la noche del pasado sábado en Melide, una de las zonas de ocio nocturno marcada en rojo en los mapas del Sector de Tráfico, fueron interceptados una veintena de positivos cuando apenas había circulación, dos de ellos investigados por un delito contra la seguridad vial al haber superado la tasa de 0,60 mg/l. De ahí que en las próximas semanas las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico recrudezcan la vigilancia en las localidades de marcha de la comunidad.

"Hemos visto conductas exhibicionistas que desafiaban el Covid y la seguridad vial, conduciendo a más de 200 km/h siempre enseñando en redes esa conducta obscena", lamentó ayer el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, que atribuyó el aumento de los accidentes mortales durante el último mes a una concepción de "inmadurez adolescente e irresponsabilidad" unida a la ilusión del "yo controlo". Durante una rueda de prensa en Madrid, Vargas advirtió además de que se está produciendo un fenómeno de "efervescencia" tras el confinamiento, que está originando este repunte y se han detectado como causas "los cuadros de estrés clínico, pérdida de concentración y de sueño derivados del Covid-19 y sus secuelas".

El fiscal coordinador de Seguridad Vial detalló que a las causas del repunte de accidentes que se atisba ya tras el primer mes de "nueva normalidad" hay que añadir la falta de mantenimiento de los vehículos durante el confinamiento. Así, destacó la existencia de al menos tres millones de vehículos en España pendientes de pasar la ITV y la cada vez mayor antigüedad del parque de automóviles.

La Fiscalía, según apuntó Vargas, ha comprobado que la vuelta a las segundas residencias y los reencuentros familiares y de convivencias en grupo sin cumplir las pautas sanitarias coinciden en personas que tampoco respetan las normas viales, al coincidir en esos casos los perfiles de "inmadurez e irresponsabilidad".

En el conjunto del país, desde que se levantó el estado de alarma el 21 de junio fallecieron un total de 110 personas en accidentes de tráfico, un 1% más que hace un año pese a que el flujo de tráfico se redujo un 7% a diario y un 22% en fin de semana. El aumento de la siniestralidad en el conjunto del país se queda por debajo del experimentado en Galicia, que ha llegado a duplicar la cifra de fallecidos respecto al mismo periodo del año pasado (se pasó de 6 a 11) y que representa el 10% de las víctimas mortales registradas en toda la red viaria pese a que su población representa poco más del 6% del total.

En los tres meses que estuvo en vigor el estado de alarma, desde el 14 de marzo hasta el 21 de junio, las carreteras gallegas registraron un total de 8 fallecidos, un 73% menos que las 30 víctimas mortales contabilizadas durante el mismo periodo el año pasado. Con un desplome del tráfico durante el confinamiento, con días que llegó a caer más de un 90%, los accidentes de tráfico en la comunidad fueron casi la mitad que los ocurridos entre marzo y junio de 2019: 1.690 durante el estado de alarma frente a los 2.911 de hace un año. Los heridos hospitalizados se redujeron a casi un tercio: 43 durante las restricciones del Covid durante a los 118 del ejercicio pasado.

Los motoristas ya suman el 16% de los fallecidos en las carreteras gallegas

Las estadísticas de accidentalidad en lo que va de año en las carreteras gallegas colocan en el punto de mira a los motoristas, que suman ya el 16% de los fallecidos. Ante estos "datos preocupantes", la DGT, a propuesta del Sector de Tráfico en Galicia, pondrá en marcha este fin de semana una campaña especial de vigilancia en las vías frecuentadas por este colectivo. El perfil del motorista fallecido en Galicia es el de un varón de 39 años, que se desplaza por motivos relacionados con el ocio en fin de semana

En lo que va de año, en España murieron 82 motoristas y seis usuarios de ciclomotor. Solo en los últimos diez fines de semana, con la llegada del buen tiempo, el número de víctimas mortales que pilotaban una moto alcanzó las 27, un tercio del total.

El riesgo de morir en accidente de tráfico es 17 veces mayor en moto que en coche, recuerdan desde la Delegación del Gobierno en Galicia. España es el segundo país de la UE que mayor parque de motos y ciclomotores: 5,4 millones de unidades, lo que representan el 15% del parque de vehículos y el 21% de los fallecidos. Las carreteras convencionales son las vías donde fallecen 8 de cada 10 motoristas en fin de semana. Por tipo de accidentes, casi la mitad de ellos son salidas de la vía, sin ningún otro vehículo implicado; en un tramo de la calzada curvo y con motos de alta cilindrada.