El fantasma del cine Roxy (qué gran relato) llora hoy por Juan Marsé, el hombre tranquilo pero también airado si la escena lo exigía que un día dejó a todos con la boca abierta en una rueda de prensa de un premio planetario al reprochar en voz muy alta la ausencia de buena literatura entre las novelas finalistas. El hombre que no tuvo reparos en poner a caldo la pésima adaptación que Fernando Trueba hizo de su novela El embrujo de Shanghai, con lo contento que estaba el autor de las ideas finalmente derrumbadas de Víctor Erice. Lo que podría haber hecho el creador de El espíritu de la colmena con el texto pertenece a la categoría de grandes películas que pudieron haber sido y no fueron, como el Nostromo de Lean o el Napoleón de Kubrick.
