El Gobierno israelí endureció ayer aún más las restricciones por el rebrote de coronavirus y ordenó el cierre de bares, gimnasios, piscinas, discotecas y salas de eventos culturales ante el preocupante aumento de contagios de Covid-19, que hace temer una vuelta al confinamiento. Los restaurantes y templos religiosos permanecerán abiertos, pero tendrán limitaciones de aforo. Por su parte, el primer ministro palestino, Mohamed Shtayé, ha achacado este lunes el repunte de casos de coronavirus en Cisjordania a la falta de control sobre los pasos fronterizos y ha reclamado al Gobierno de Israel que proceda a su cierre.