España y Portugal reabrieron ayer su frontera terrestre, cerrada desde el 17 de marzo por la pandemia de coronavirus, con una ceremonia doble en la ciudad española de Badajoz y la portuguesa de Elvas, con la participación del Rey Felipe VI, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez y el primer ministro portugués, Antonio Costa.

"Esperemos que jamás vuelva a tener que cerrarse como consecuencia de una pandemia", dijo Sánchez junto a Costa al final del acto en Elvas y ya sin los jefes de Estado de ambos países. Sánchez expresó su "inmensa felicidad" por la reapertura y también por la "enorme gratitud" de España hacia Portugal por su "cariño y aliento" durante las semanas más duras de la pandemia en España.

A su lado, Costa explicó el simbolismo de la doble ceremonia para reabrir "la frontera más antigua de Europa" desde dos fortalezas que ambos países construyeron para defenderse y apartarse uno del otro. "Nada mejor que este marco para volver a ser vecinos muy cercanos en la Europa de hoy y lanzar el mensaje positivo de que no vemos la reapertura de fronteras como una amenaza sino como una oportunidad para el desarrollo común".

Pese a las mascarillas y la ausencia de contacto físico, los cuatro protagonistas se dedicaron palabras de cercanía y afecto. "Quiero abrazarte pero no puedo", le dijo Sánchez a Costa al recibirle en la alcazaba de Badajoz, mientras el Rey comunicaba a Sousa la alegría que le producía volver a verle. Previamente Sánchez había recibido al Rey en el mismo lugar, y el jefe de Estado hizo ademán de estrecharle la mano al del Ejecutivo hasta que él mismo pensó en las medidas de seguridad y la retiró.

Primero en Badajoz y luego en Elvas, los cuatro mandatarios escucharon los dos himnos nacionales y pasearon por las murallas para divisar, en cada caso, el país vecino. Todo ello ante más de un centenar de periodistas pero sin apenas público, ni siquiera en los aledaños. En Badajoz, bajo la muralla se congregaron apenas una docena de personas, la mitad de ellas con dos grandes banderas de la Segunda República y consignas republicanas, y la otra mitad con vivas al Rey.