El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha avisado de que la lucha contra el Covid-19 está lejos de terminar e insta a los países a administrar oxígeno y dexametasona a los críticos a los pacientes críticos.

Tedros recordó ayer que ya se han notificado 10 millones de casos en todo el mundo y que 500.000 personas han perdido la vida como consecuencia del virus. Coincidiendo con el sexto aniversario de la aparición de los primeros casos en China, avisa de que, pese a todos los esfuerzos realizados, el nuevo coronavirus "tiene todavía mucho espacio para moverse".

Por ello, el dirigente del organismo de Naciones Unidas recuerda que, hasta que aparezca una vacuna, los países deben concienciar a sus ciudadanos para protegerse a sí mismos y a su comunidad a través del cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento físico; así como implantar iniciativas que contengan la propagación del virus, y garantizar que los profesionales sanitarios cuentan con equipos de protección individual. "La identificación temprana y la atención clínica salvan vidas. Hay que proporcionar oxígeno y dexametasona a personas con enfermedades graves y críticas", aseguró el dirigente de la OMS.