La Sociedad Española de Neurología (SEN) acaba de celebrar un encuentro virtual sobre el manejo de la enfermedad de párkinson durante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. La cita ha servido para dar a conocer las conclusiones preliminares de un informe sobre el efecto de la pandemia en los pacientes, el cual revela que el confinamiento ha tenido efectos negativos sobre ellos. Así lo resalta el secretario del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN y coordinador del encuentro, el doctor Diego Santos, que confía en que el empeoramiento experimentado en los últimos meses por los enfermos pueda ser reversible a partir de ahora.
-¿Cómo ha sido elaborado el estudio?
-Se trata de un estudio puesto en marcha por la Fundación Curemos el párkinson, junto con la Asociación Parkinson Galicia-A Coruña y el Observatorio de la Federación Española de párkinson, con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología y el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la propia SEN, con el objetivo de determinar el verdadero impacto que está teniendo el Covid-19 en los pacientes con la enfermedad del párkinson en el conjunto del país. Se basa en una encuesta anónima y online en la que han podido participar pacientes y personas cuidadoras de toda España.
-¿Y cuáles han sido las conclusiones?
-Los resultados del estudio son preliminares, pero ya podemos avanzar que a pesar de que una cantidad muy alta de pacientes se han mantenido activos en el domicilio gracias a las recomendaciones de la Federación Española de párkison y las asociaciones que los atienden, un 66% han percibido un empeoramiento de los síntomas, en especial los pacientes con la enfermedad en estado avanzado.
-¿Y los motivos concretos de ese empeoramiento?
-Evidentemente hay que atribuirlo al confinamiento y al abandono de las terapias de rehabilitación en materia de logopedia y fisioterapia, las cuales realizaban habitualmente de forma presencial en las asociaciones de pacientes. Hablamos de empeoramiento en cuanto al temblor, los problemas para caminar o los relacionados con el punto de vista cognitivo.
-¿El empeoramiento podrá ser reversible?
-Es algo que se tendrá que ver a partir de ahora, cuando de manera paulatina puedan recuperarse dichas terapias. En mi opinión, considero que si se trabaja de forma adecuada sí que puede llegar una mejoría. Hay que pensar que el impacto ha sido muy acusado sobre estos pacientes, porque de la noche a la mañana, con la llegada del estado de alarma, se cerraron las asociaciones y dejaron de hacer actividades.
-¿Los enfermos de párkinson pueden considerarse un grupo de riesgo ante el coronavirus?
-Tienen el mismo riesgo a la hora de infectarse que el resto de la población, porque no toman fármacos que afecten al sistema inmune. Sin embargo, sí que es cierto que si contraen el virus pueden tener complicaciones desde el punto de vista respiratorio, sobre todo en enfermos de párkinson avanzados.
-¿Han sido cumplidores con las normas preventivas?
-Del estudio elaborado se desprende un gran sentido de la responsabilidad en este colectivo, ya que prácticamente todos están cumpliendo con las medidas de prevención, como el distanciamiento social o el uso de las mascarillas. El mismo informe revela que de todos los que han participado en la encuesta, sólo un 2,8% han contraído la enfermedad. Se trata de un sector de la población que se siente vulnerable y que por tanto se ha mostrado muy escrupuloso a la hora de cumplir con las medidas preventivas.
-¿Se han visto muy limitados a la hora de poder realizar un seguimiento de los pacientes a través de teleconsultas?
-La telemedicina puede ser de gran interés y utilidad en patologías como los trastornos del movimiento, ya que nos permite observar a los enfermos para poder tomar decisiones sobre las terapias. Ante la situación que estamos atravesando es necesario y urgente implementar este tipo de consultas.
