El Gobierno de Portugal aprobó ayer en Consejo de Ministros el "deber general de recogimiento" para 19 parroquias de la zona metropolitana de Lisboa que están especialmente afectadas por brotes de coronavirus, en un intento por parar las cadenas de transmisión.

La medida implica que los residentes de estas 19 "freguesías" (un órgano administrativo por debajo de los ayuntamientos) contiguas de la margen norte lisboeta, sólo podrán salir de casa para lo considerado esencial: trabajar, comprar alimentos y medicamentos.

En total, se verán afectadas todas las freguesías que componen el municipio de Amadora y de Odivelas, seis freguesías de Sintra, dos de Loures y, ya en Lisboa, la freguesía de Santa Clara. Pertenecen a los cinco municipios donde se concentran la mayoría de los brotes que afectan a la región de Lisboa, actualmente la más afectada del país por coronavirus, con un balance total de 17.767 casos en Portugal.

Además, los grupos de personas que podrán juntarse en estas 19 áreas no podrán superar los cinco miembros. El resto del área metropolitana de Lisboa (salvo las 19 freguesías más afectadas) pasa a la fase de contingencia, que es una situación intermedia entre los estados de calamidad y alerta.

Estas medidas tratan de paliar los brotes detectados en las últimas semanas en la región, que concentra el 77% de los casos de coronavirus registrados en las últimas horas, 311 a nivel nacional. El Consejo de Ministros también aprobó ayer que el resto de Portugal pase al nivel inferior de estado de alerta.