Los test de anticuerpos a disposición de los empleados sanitarios y cuidadores del Reino Unido carecen de una fiabilidad adecuada, según alertaron expertos médicos en una carta divulgada este jueves en el British Medical Journal (BMJ).

El Gobierno británico anunció el pasado mes la adquisición de 10 millones de pruebas de anticuerpos y pidió a las organizaciones del Servicio sanitario público de este país (NHS) así como a las residencias de ancianos que los pusieran a disposición de sus empleados.

Los profesionales sanitarios también podrán solicitar esos test -que detectan si una persona ha pasado ya la COVID-19- para pacientes de hospitales y residencias si lo consideran apropiado.

Pero la misiva firmada por 14 académicos expresa su preocupación por aspectos como el "rendimiento" de esas pruebas y su coste.

Como motivos de preocupación, consideran que su rendimiento no se ha evaluado según el estándar típicamente requerido en un test nuevo y señalan que "no se han tenido en cuenta las implicaciones (de los test) en los recursos".

Los signatarios arguyen además que un resultado positivo "no indica inmunidad".

"El concepto de 'pasaporte inmune', que permite a trabajadores sanitarios u otros trabajar, no se ha establecido", advierten.

También creen que aquellos que tengan un test de anticuerpos positivo deberían seguir considerándose personas "de riesgo"y atenerse a las políticas de control de infección a fin de evitar la propagación nosocomial y el riesgo de infección.