Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera un proyecto para desarrollar fármacos antivirales que impidan la replicación del coronavirus SARS-CoV-2,. El estudio se centra en las denominadas DIPs (Partículas Defectivas Interferentes), un tipo frecuente de parásitos moleculares específicos de los virus de ARN, sin capacidad infectiva por sí solos pero que se aprovechan de su maquinaria para replicarse e interferir así en la infección.

"Una propiedad inherente a todos los sistemas replicativos es la aparición de parásitos. El ejemplo más obvio son los virus, capaces de infectar desde bacterias hasta plantas y animales más complejos. Sin embargo, también los propios virus están expuestos a otros oportunistas que se aprovechan de ellos e interfieren con su reproducción y acumulación", explica el virólogo del CSIC Santiago Elena, del I2SysBio, que dirige el proyecto.

Las formas más habituales de los parásitos de los virus son las Partículas Defectivas Interferentes o DIPs (en sus siglas inglesas), descubiertas a mitad del siglo XX y asociadas a la infección del virus de la gripe. Desde entonces se han descrito y caracterizado en muchos virus, especialmente en los de ARN. "Prácticamente todos ellos producen genomas defectivos durante su replicación y un gran porcentaje de estos son DIPs", detalla Elena. Una DIP es una pequeña secuencia de ARN derivada del propio genoma del virus que no contiene información genética, solo posee los elementos estructurales necesarios para ser replicadas por la maquinaria del virus.

Entre las ventajas de las DIP frente a otros antivirales clásicos, destaca que carecen de efectos secundarios, porque solo replican en las células infectadas y son altamente específicas del virus que las genera.