"Todos los países europeos siguen teniendo un alto riesgo de contagios de Covid-19", advirtió ayer la OMS. Por ello, el director regional de la Organización Mundial de la Salud para Europa, Hans Henri P. Kluge, ha pedido a las autoridades sanitarias, especialmente en los países que han comenzado a recuperar la normalidad, inviertan en sistemas de vigilancia, test y rastreos de contactos para evitar nuevos colapsos en los sistemas sanitarios en el caso de una segunda oleada de coronavirus.

"Se ha disparado una advertencia: la reapertura de las escuelas en algunos países ha dado como resultado 'llamaradas' locales en la cantidad de casos; debemos ser diligentes y levantar las restricciones con cuidado", avisó y pidió "prepararse para el otoño". "Debemos mantenernos alertas y llevar a cabo las desescaladas con mucho cuidado. El riesgo continúa siendo alto en todos los países", indicó.

Kluge explicó que en el último mes el número de países europeos que mostraron aumentos significativos en la incidencia acumulada se ha "más que triplicado", pasando de 6 a 21 países. Este llamamiento adquiere especial vigencia en Rusia, inmersa en una desescalada que muchos expertos consideran precipitada y vinculan a la parada militar del 24 de junio en varias ciudades del país y la votación el 1 de julio de las enmiendas constitucionales que permitirían al presidente Vladímir Putin seguir en el Kremlin hasta 2024.

El dirigente de la OMS sostiene que el Covid-19 "sigue activa" en Europa y aunque considera que es importante que la actividad económica se vaya abriendo "es también muy importante que las autoridades inviertan en tener un control agresivo, test y un sistema de vigilancia que eviten los costes de un nuevo confinamiento".

"Cada día que pasa conocemos más sobre el virus y estamos un paso más cerca del tratamiento y la vacuna", aseguró, poniendo de ejemplo el descubrimiento en Reino Unido del uso de la dexametasona. Sin embargo, advirtió por la cercanía de la nueva temporada de la gripe tras el verano e incidió en la necesidad de vacunación de toda la población vulnerable. "

Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró que trabaja con la hipótesis de un posible brote de casos, como ya ocurrió en otros países. Illa reconoció estar "preocupado" por los brotes de Covid-19 que se están originando en otros países como, por ejemplo, en China o en Alemania. "Puede venir una segunda oleada, ya que mientras que haya un país con casos, y debido a que vivimos en un mundo interconectado, todos estamos en riesgo", insistió.

Ahora bien, el ministro de Sanidad aseveró que en el caso en el una segunda oleada de contagios "no tendría la misma intensidad" que la primera debido, entre otros aspectos, a que existe una mayor concienciación ciudadana, una mejor preparación de los sistemas sanitarios y más conocimiento en el manejo de los pacientes.

"Todo esto nos hace pensar que la segunda oleada sería más benigna, pero toda preparación es poca y la prudencia tiene que ser máxima. Por ello, y debido a que es un tema que me preocupa mucho, es necesario lanzar el mensaje a la ciudadanía de que el virus está ahí y no podemos relajarnos", remarcó.

Inversión del 7% del PIB

Durante su comparecencia ante el Congreso, el ministro de Sanidad se comprometió a recuperar los niveles de inversión en Sanidad previos a la crisis de 2008 y aumentar progresivamente los recursos hasta alcanzar el 7 % del PIB para contar con un sistema público de salud "robusto" que pueda hacer frente a futuros rebrotes y pandemias.

En la Comisión de Reconstrucción, reconoció que hay que "dimensionar" los equipos sanitarios a las necesidades y prever el refuerzo de plantillas ante posibles nuevos brotes. Además, pidió una reflexión sobre la importancia de tener un sistema público de salud "robusto" y tener muy presente que cuando reducimos los recursos del sistema, "estamos debilitando nuestra capacidad de respuesta ante situaciones como la del coronavirus, con todo lo que ello implica".