El Consejo de Ministros aprobó ayer el sistema de reparto del fondo de 16.000 millones de euros para las comunidades autónomas. Se trata de una bolsa de dinero sin precedentes por su volumen, y además no reembolsable, destinado a sufragar los gastos generados en cada autonomía por el coronavirus. Pero como casi toda distribución de fondos estatales, no es ni mucho menos del agrado de todos los territorios. De hecho, la Xunta expresó ayer -pocas horas después de que también lo anunciara el País Vasco- su rechazo a los criterios de reparto diseñados por el Gobierno central. Alega que "perjudican" a Galicia y que la propuesta resulta "totalmente insuficiente" para la comunidad. De momento solo se conocen los parámetros que determinarán la distribución, pero no la cantidad concreta asignada a cada territorio, y que los pagos se ejecutarán en cuatro fases, entre julio y diciembre.

El reparto primará, según dijo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a las comunidades más afectadas por las pandemia. Estas serán las que reciban más dinero, ya que además de la población se tienen en cuenta criterios como el número de hospitalizaciones, el de UCIs y el de pruebas PCR realizadas. En este sentido, será un "balón de oxígeno real" para atender a las necesidades de las autonomías que permitirá además pagar "en tiempo y forma" a los proveedores y acceder a la liquidez extraordinaria, comentó la ministra.

Inicialmente, el Gobierno había anunciado unos criterios en los que la población tenía más peso -y que aplicaron para conceder 300 millones en marzo-, pero posteriormente los cambió, rebajando su influencia en la distribución del fondo, que fueron los que finalmente se aprobaron ayer en el Consejo de Ministros.

"La Xunta se opone a estos criterios porque perjudican a Galicia, ya que cambian las condiciones de reparto utilizados hasta ahora tanto en el reparto del fondo Covid de 300 millones como en el vigente sistema de financiación autonómico. En ese fondo de marzo, la población protegida tenía un peso del 80%. Ahora, se reduce a menos del 40%", lamenta el Ejecutivo autonómico.

Además, añade la Xunta, el Gobierno solo tiene en cuenta el gasto hospitalario, dejando al margen el coste de la prestación sanitaria en el domicilio, de las residencias integradas de mayores y de la Atención Primaria. "Por lo tanto, la propuesta de reparto es totalmente insuficiente para Galicia", se queja la Xunta, aguardando, en todo caso, una valoración más detallada a la espera de conocer las cantidades asignadas a cada territorio.

De los 16.000 millones , 9.000 millones son para el gasto sanitario, 2.000 para educativo y los 5.000 restantes para paliar la pérdida de ingresos tributarios y en el transporte. El principal montante del fondo serán los 9.000 millones para sanidad, de los que 6.000 millones se repartirán en julio y los 3.000 restantes en noviembre.

Los primeros 6.000 millones se repartirán de la siguiente forma: el 35% según la población protegida equivalente; el 30% según los ingresos en UCI, el 25% según hospitalizaciones y el 10% restante según el número de pruebas PCR. Para el reparto de los 3.000 millones de noviembre los criterios serán: 45% según población; 25%, UCI; el 20%, hospitalizaciones y 10%, PCR.

El único montante cuyo reparto no se había desglosado hasta ayer es el de los 5.000 millones -que se pagará en diciembre-, de los que ya se sabía que 800 irán para paliar la pérdida de ingresos en el transporte y 4.200 millones para mitigar la caída de ingresos tributarios.

El 60% de la partida de 4.200 millones será para paliar la pérdida de ingresos por los impuestos de transmisiones y actos jurídicos documentados y por los tributos de matriculación, así como los impuestos sobre el juego y el 40% restante, según criterios de población.

En cuanto al fondo para educación será de 2.000 millones, la población de 0-16 años pesará el 80% y el 20% restante, la de 17 a 24 años.