São Paulo y Río de Janeiro, dos de las ciudades más pobladas de Brasil y las más afectadas por la COVID-19, reabrieron sus centros comerciales, el mismo día en que el país superó los 40.000 muertos por coronavirus y pese a que el pico de contagios todavía no ha llegado. La reapertura ha generado un aluvión de críticas de especialistas y científicos, quienes alertan de que el país no alcanzará el pico de la curva de contagio hasta el mes de julio. El número de víctimas mortales es ya de 40.919, tras certificarse 1.239. La cifra de contagiados subió a 802.828.