La Xunta anunció el pasado viernes que los centros de día de mayores y personas con discapacidad no podrán abrir sus puertas hasta septiembre. Una decisión que pilló por sorpresa a muchos centros que trabajaban ya a contrarreloj para adaptarse a las medidas de seguridad del protocolo marcado por la Consellería de Política Social o que incluso ya habían avisado a los usuarios de su reapertura, según aseguran en la Plataforma Gallega de Centros de Día, que aglutina a 70 empresas y asociaciones que gestionan este tipo de entidades y donde critican que se haya dado "marcha atrás".

Desde Política Social aseguran, sin embargo, que en ningún momento se les dio una fecha para volver a la actividad y alegan que se demora la reapertura por "prudencia" después de que quedase demostrado que los mayores "son más vulnerables" al Covid-19 y ante el temor de que se produzcan "rebrotes" que puedan llegar a este tipo de centros. La medida afecta a unos 14.000 usuarios de los más de 260 centros de este tipo que hay en la comunidad.

Política Social recuerda que gran parte de los usuarios son "dependientes, en muchos casos con patologías previas" y que el tipo de terapias y atención que reciben en estos centros "requiere de contacto y proximidad". Por ello, retrasan la reapertura hasta "que la pandemia esté controlada", algo que prevén para el mes de septiembre.

Desde la patronal de los centros privados aseguran, sin embargo, que cumplen con los requisitos para una desescalada sin riesgos. "La mayoría de centros son muy amplios y es posible mantener la distancia de seguridad entre usuarios. Además en el caso de personas con deterioro cognitivo que tienden a deambular, el protocolo establece que se habiliten unas zonas concretas donde cada usuario estaría solo en ese momento", indica la coordinadora de la Plataforma en A Coruña, Olga Pedre, quien asegura además que los centros están ahora preparados con otro tipo de medidas de seguridad como "limpieza de zapatos en la entrada, control de las horas de entrada de las visitas para que no coincida allí mucha gente o habilitar el transporte a las nuevas exigencias".

Toda una serie de medidas recogidas en el plan de reactivación de estos centros aprobado por la Xunta y presentado a las entidades que, aseguran, llevan más de un mes de reuniones con representantes de Política Social. La última, el pasado lunes con la conselleira Fabiola García. "Se nos dijo que esta semana nos dirían la fecha pero siempre creíamos que sería algo inminente, entre el 1 y el 8 de junio", indica Pedre.

Desde la Xunta, sin embargo, hablan de un malentendido. "Nunca se les dijo que fuera inminente. Se aprobó el protocolo como medida de prevención para cuando sea la reapertura pero no se fijó fecha. Puede que ellos al trabajar en el protocolo creyesen que iba a ser más inmediato", indican desde la Xunta, donde reconocen que siempre tuvieron claro que la reapertura de los centros de día llegaría cuando la pandemia esté controlada y que es "la medida adoptada en la mayoría de comunidades".

Sorpresa en entidades

Lo cierto es que el anuncio ha sorprendido a muchas entidades. Prueba de ello es que el centro de día Raiola de Verín, de titularidad municipal, anunciaba en redes esta misma semana su inminente apertura para días después informar de que la Xunta no lo permitía.

Desde la patronal de los centros de día o entidades como la Federación Alzhéimer Galicia alertan de que la demora en abrir estos centros agudiza el "deterioro" de muchos de sus usuarios. La entidad que aglutina a varias asociaciones de ayuda a pacientes con demencia instaba ayer a la Xunta a permitir la atención "inmediata" de este tipo de pacientes ante "el importante deterioro que están sufriendo debido al confinamiento y a no poder acudir a las terapias". La Federación de Alzhéimer exige reconocer como "esenciales" estos servicios y permitir la reapertura de centros con las medidas de seguridad a las que obligue la pandemia.