El Gobierno italiano permitirá el próximo miércoles 3 de junio la movilidad de los ciudadanos por todo el país, una decisión aplaudida por algunos presidentes de las regiones, pero que ha despertado perplejidad e incluso la contrariedad de otros donde la pandemia está prácticamente controlada.

"Es el momento de reabrir el país", aseguró el presidente de Apulia, Michele Emiliano, que calificó la decisión de "justa". El de Liguria, Giovanni Toti, habló de "decisión sabia". También se mostraron a favor los presidentes de las regiones de Véneto, Emilia Romagna y Calabria.

Sin embargo, se oponen a la medida algunos presidentes de regiones del sur del Italia que han controlado los contagios y que temen que puedan llegar casos del norte, donde se registran casi dos tercios de los nuevos contagios.

El presidente de Cerdeña, Christian Solinas, quiere exigir un certificado de negativo al coronavirus a la hora de dejar entrar a su región. El de Sicilia, Nello Musumeci, declaró que aplicará un "protocolo de seguridad" para los turistas que viajen a la isla. Ante la posibilidad de violar la privacidad de las personas, aclaró: "Recuerdo que estamos en medio de una pandemia. Todo lo demás me parece una minucia".