Francia y Portugal han dejado de usar la hidroxicloroquina como tratamiento para el coronavirus tras la publicación en la revista médica "The Lancet" de una investigación en la que se cuestiona su eficacia y se alerta del alto riesgo de provocar arritmias y de muerte. Este fármaco, que tradicionalmente se usa contra la malaria, en enfermos de lupus o con artritis reumatoide, empezó a administrarse a pacientes de Covid-19 en España desde el principio de la pandemia. Sin embargo, ahora está en cuestión y los médicos gallegos lo desaconsejan.

Pero el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, defiende su uso. "Es un buen fármaco pero hay que hacer una serie de controles, porque produce algunas alteraciones,. Hay que hacer electrocardiograma a los pacientes, pero teniendo esos cuidados, la hidroxicloroquina funciona adecuadamente", defiende. "Mientras los beneficios estén por encima de los efectos secundarios, no podemos decir que no sea seguro", añadió.

Sanidad privada

Por otro lado, en una entrevista en la Radio Galega, el conselleiro de Sanidade cree que debe ser el Gobierno central el que compense a la sanidad privada por los gastos en los que incurrieron durante la crisis sanitaria. Los hospitales privados tuvieron que paralizar su actividad, salvo la urgente, para estar preparados por si tuvieran que recibir enfermos de Covid-19.