En la portada de "The New York Times" ayer no había noticias, gráficos ni fotos; todo lo ocupaba una lista con un millar de nombres. Son solo un 1% de las casi 100.000 fallecidos que se ha cobrado la pandemia hasta el momento en EE UU. Fue el gesto solemne con el que el periódico quiso homenajear a las víctimas, humanizar las cifras y, al mismo tiempo, ofrecer a sus lectores una visión nítida de la magnitud de la tragedia.

Simone Landon, editora asistente del departamento gráfico del diario, fue la impulsora de la iniciativa. No quería un simple listado, así que dio con la idea de compilar obituarios y esquelas de víctimas del Covid-19 publicadas en periódicos grandes y pequeños de Estados Unidos de las que poder extraer fragmentos vívidos de los fallecidos.

Landon lideró un equipo que peinó durante jornadas miles de ejemplares en busca de datos, detalles de unas vidas que se vieron truncadas por un inesperado enemigo invisible. Así, dieron con las mil víctimas que ayer ocuparon la portada y con lo que les hizo singulares: "Alan Lund, 81, Washington, director de orquesta con 'el oído más increíble'?", "Theresa Elloie, 63, Nueva Orleans, reconocida por su negocio de ramilletes y broches detallados?", y así del primero al último.

Landon comparó el resultado con un "rico tapiz" que no podría haber tejido sola y que el diario encabezó con el siguiente titular: "No eran simplemente nombres en una lista. Ellos éramos nosotros".

En la edición electrónica, el reportaje toma una vertiente visual y se desplaza la página hacia abajo para leer las breves historias, con recuentos de los fallecidos por fecha cronológica y un ensayo sobre la "ausencia de un final claro" durante la pandemia, en la que "hasta los muertos han tenido que esperar" para ser despedidos por sus seres queridos.

| Supera el Covid-19 con 107 años. Una mujer de 107 se ha recuperado del coronavirus en Irán. Identificada como Saltanat Akbari, fue ingresada con Covid-19 en el hospital Jansari de la ciudad de Arak, en el centro del país, y recibió el alta tras pasar "algún tiempo en aislamiento". "Ha derrotado al virus con la ayuda de médicos y enfermeras del hospital", explicaron fuentes médicas a la agencia semioficial de noticias Fars.

| Spencer Tunick desnuda el confinamiento en Instagram. El fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, conocido por las instantáneas de desnudos masivos en espacios públicos, no ha permitido que el coronavirus y el distanciamiento social pongan fin a su particular forma arte, y ha comenzado a tomar imágenes de grupos de personas sin ropa a través de videoconferencias. En sus fotos, hasta 25 personas se reúnen virtualmente para posar como vinieron al mundo y ser fotografiadas por el artista, que las ha agrupado en una serie de instantáneas titulada "Stay Apart Together" ('Manteniéndonos separados juntos'). En las fotografías han participado personas de todos los rincones del mundo, desde Tailandia a Sudáfrica, Estados Unidos, India, Dinamarca o Líbano. Las instantáneas están publicadas en la cuenta de la red social Instagram del fotógrafo, y tienen el objetivo de reflejar que aun hay formas de estar juntos en estos momentos de aislamiento, tanto en espíritu como virtualmente.

| Insectos disecados con mascarilla. El microartista ruso Anatoly Konenko ha querido dotar a sus obras, realizadas con insectos disecados, de un elemento que marca el tiempo que vivimos. Así, además de lidiar con la taxidermia en miniatura, proporciona a los animales -como el grillo de la imagen- minimascarillas contra el coronavirus.