El desayuno en la cafetería mientras se lee el periódico es uno de los momentos más placenteros de la "vieja normalidad" que todos desean mantener en las nuevas circunstancias. Todo un ritual en bares y cafeterías que nadie quiere perder y que en el sur de Galicia tiene a Faro de Vigo, el diario decano de la prensa nacional, como protagonista hegemónico.

A las puertas de una nueva fase en la desescalada, responsables de cafeterías y bares apuestan por mantener una costumbre muy enraizada entre sus clientes, y no sólo en el momento del desayuno sino a lo largo de todo el día.

Sara Fernández, responsable de la cafetería Esquina, en Vigo, desea también que sus clientes mantengan la costumbre de leer la prensa mientras toman una consumición, aunque tiene sus dudas de si será posible en las próximas semanas. Apunta que son sobre todo las personas mayores quienes pasan más tiempo con el Faro en las manos, "mientras que los jóvenes van más al diario digital y a las redes sociales". El desayuno o el café de media mañana son los momentos en que hay una mayor demanda del periódico. Esta cafetería de la Avenida de Castrelos tiene previsto abrir este lunes sus puertas al público, una vuelta a la actividad que afronta Sara Fernández con incertidumbre, "porque tendremos que adaptarnos a las nuevas normas sanitarias". Aunque es partidaria de que se recuperen cuanto antes los viejos hábitos -también el de leer el Faro en la cafetería-, es consciente de que a corto plazo puede haber algunas dificultades "pues de momento no nos dejan compartir ningún elemento".

Marcos Antonio Martínez, que está al frente de la cafetería viguesa "Waka-Waka", cree que "poco a poco se irá recuperando la costumbre de leer la prensa en los bares y cafés", algo muy enraizado en muchos de sus clientes. Por la mañana suele tener gente mayor y de mediana edad, y ya por la tarde más bien gente joven. De momento, la actividad en su local de la Avenida de Castrelos se centra en la terraza, y espera poder abrir ya el interior esta próxima semana. "La gente suele leer el Faro sobre todo a la hora del desayuno, pero también lo hace en otros momentos del día. La verdad es que hay momentos en que algunos clientes están a la espera de que otros terminen de leerlo", apunta Marcos Antonio.

La pontevedresa Olalla Docampo, una de las responsables del grupo de panaderías-cafeterías A Devesa, espera poder abrir dentro de los establecimientos con la entrada en la siguiente fase y recuperar así poco a poco la actividad, que hasta ahora se ha centrado en las terrazas. "Supongo que nos dirán algo sobre el uso de la prensa, porque de momento no nos han dicho nada. Siempre de forma prudente, pero habría que ir recuperando las viejas costumbres, entre ellas la lectura Tenemos que recuperar la actividad, porque en caso contrario no nos moriremos de coronavirus pero nos vamos a morir de hambre", concluye la responsable de A Devesa, que tiene locales en la ciudad de Pontevedra, Marín y Monteporreiro.

Para José Verde, responsable del Bar Pósito, de la Cofradía de Pescadores de Moaña, la lectura del periódico en las cafeterías habría que mantenerla. En su opinión, quienes más leen en su establecimiento "son las personas mayores, que suele tener más tiempo libre". Su local, que espera abrir esta próxima semana, lo frecuenta todo tipo de clientes: "Tengo mucha gente mayor que jugaba las partidas, y también viene gente joven porque tengo una terraza grande". Reconoce José Verde que mucha gente tiene todavía miedo, por lo que a la hora de recuperar viejos hábitos habrá que extremar las medidas sanitarias oportunas. "De momento -señala- tenemos mucha incertidumbre porque falta información sobre qué podemos hacer o no en nuestros locales. No está muy claro".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía no ha encontrado pruebas concluyentes de que el coronaviruscomo pomos de puertas o teclados, según se recoge en un último informe de la agencia médica de la ONU. "En el momento de la publicación de este informe no se ha relacionado de manera concluyente el contagio con una superficie medioambiental contaminada, según los estudios disponibles", de acuerdo con el documento.

Anteriormente, la OMS ya había señalado que el riesgo de transmisión del Covid-19 por el papel impreso era "infinitamente insignificante", por lo que la acción de coger un periódico para leerlo u hojearlo por una o varias personas, ya sea en casa o en un establecimiento público, es segura y no es causa de contagio.

El nuevo informe de la OMS viene a confirmar lo que ya habían apuntado otros estudios. Así, investigaciones científicas realizadas por las universidades de Bochum y Greifswald, en Alemania, sostienen que el papel, al ser poroso, es una de las superficies más resistentes y su exposición a la contaminación es prácticamente "ínfima".

"Los periódicos son bastante estériles debido a la forma en que se imprimen y al proceso de producción por el que pasan", sostiene, por su parte, el virólogo noruego George Lomonossof, uno de los mayores expertos en el virus, que trabaja en una vacuna en el Centro de Investigación Microbiótica John Innes.

Por su parte, la Asociación Internacional de Medios de Información (INMA), recuerda que "nunca ha habido un incidente documentado en el que el virus, revista, carta impresa o paquete impreso, según los principales médicos y científicos del mundo".