El alcalde de Vigo, Abel Caballero, marcó ayer distancias con la sugerencia de la Xunta para controlar el aforo de las playas. "Vamos a ir por otros derroteros completamente distintos", avanzó, y explicó que, aunque el sistema funciona bien "para lugares con protección ambiental, como Cíes", no sería aplicable en grandes arenales. "¿Alguien se imagina cercar todo Samil o todo el Vao para que solo se entre con cita previa?", se preguntó. "Nadie se imagina que la policía puede estar recorriendo todo Samil y todo el Vao y viendo la gente que hay".

Caballero, que matizó que no critica a la Xunta, a la que animó a seguir pensando soluciones, anunció que el sábado realizará una demostración práctica de su sistema de parcelado: se trazará una parte de la playa de Samil. "Nuestro sistema será sin obstáculos", avanzó.

El presidente de la Fegamp y alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela Paz, dijo que no es lo mismo una plataforma para informarse de la afluencia a las playas en tiempo real que un sistema de cita previa. "En As Catedrais hay un único acceso y personal suficiente, pero en muchas playas de Galicia hay 40.000 maneras de acceder y no hay gente para controlar los accesos", explicó. "Para los ayuntamientos es muy difícil de gestionar. Además, la gente mayor no sabe cómo manejar un código QR", añadió.

En una línea similar se manifestaron ayer otros alcaldes de Arousa y del Morrazo. El regidor de Cangas, Xosé Manuel Pazos, dijo que la propuesta de la Xunta es absurda, y el de Bueu, Félix Juncal, apuntó "cierto afán desmedido por llegar antes". Desde el Concello de Moaña se señaló también que la medida es inviable.

Los concellos de O Grove y A Illa consideraron imposible controlar el aforo en sus playas con este sistema, mientras que el de Vilanova aceptó y adelantó que priorizará a los vilanoveses.

Por si fueran pocas las complicaciones, un estudio del Instituto Americano de Física ha concluido que los dos metros de distanciamiento físico son insuficientes si hace viento, puesto que las gotas de saliva que se desprenden de la tos se pueden propagar a más de 5 metros de distancia, impulsadas por las corrientes de aire.