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En el limbo de la desescalada

Los centros de ocio infantil y las ludotecas reclaman un protocolo concreto para saber cuándo y bajo qué condiciones sería viable la reapertura de sus negocios

Sheila Vázquez. // Cedida

En el contexto actual en el que muchos progenitores se tienen que reincorporar a sus puestos de trabajo, pero en el que los niños no podrán volver por ahora al colegio, los centros de ocio infantiles y las ludotecas podrían estar ahora trabajando a destajo. Serían una alternativa para muchos que se preguntan qué van a hacer son sus hijos en esta tesitura. Pero la realidad es que estos centros se encuentran en "el limbo" dentro del plan de desescalada. "Estamos en una situación muy rara, no se ha mencionado nuestro sector para nada en ninguna de las fases, se lamenta Goretti Morais, del Centro de Ocio Infantil Trasnos. "Le hemos preguntado a la gestoría cúando podemos abrir y nos han dicho que no saben porque no ha salido nada al respecto sobre nuestro gremio", añade.

"Ahora podríamos estar a tope de trabajo y contratar a gente, pero por ahora estamos sin poder planificar ni una fecha de reapertura ni bajo qué condiciones o protocolos. Tenemos clientes ya preguntando si vamos a abrir porque, como los niños no pueden ir al colegio y muchos ya tienen que acudir a sus puestos de trabajo, no saben muy bien qué hacer con los niños, por eso ahora seguramente tendríamos mucho trabajo, lo malo es que no sabemos si nos lo van a dejar ejercer", indica Morais.

Su centro es uno de los más de 55 del sector de ocio infantil en Galicia que han creado una asociación para hacerse eco de la incertidumbre en la que se encuentran. "Este sector se cuentra desamparado mientras dure esta pandemia", indican desde la asociación, que advierte que "si esto sigue así tendremos que echar el cierre definitivo por la imposibilidad de incurrir en los gastos que supone tener un negocio cerrado tanto tiempo", se lamentan.

Los campamentos de verano son otra incógnita. Por ahora no pueden asegurar nada y, en el caso del Centro Infantil Trasnos, se han unido al Colectivo Nacional de Campamentos de Verano, que han firmado un manifiesto en el que muestran su "predisposición" para poder facilitar el proceso de desconfinamiento y "ayudar a las instituciones, familias y entidades del sector a que esta situación sea lo más factible, segura, cómoda y real posible".

"El sector de ocio y tiempo libre, de momento, no está anunciado en el plan de desescalada, por lo que estamos sin saber a qué atenernos. Se habla de los coles, de las academias y guarderías, pero en cuanto a ludotecas y centros de ocio infantil no se ha dicho nada. No sabemos cuándo nos van a dejar abrir", comparte Jessika Ibáñez, de Bolbolúa Animación.

"En nuestro caso nos dedicamos a dos ramos, el tema de eventos (como bodas y comuniones), donde está casi todo aplazado o cancelado; y la ludoteca, donde hemos perdido el campamento de Semana Santa y no sabemos si podremos hacer el de verano. Recibimos multitud de llamadas de padres que nos preguntan si vamos a abrir o no porque se tienen que reincorporar a sus trabajos y hay gente que está desesperada porque no sabe qué hacer", apunta.

Tampoco tienen información sobre las condiciones en las que podrían reabrir en cuanto a medidas de seguridad y aforo del local. "Es muy difícil mantener la distancia con niños, porque necesitan contacto, abrazos, cariño. ¿Cómo los calmas a un metro de distancia", se pregunta, asumiendo que el suyo "es un sector complicado de regular". Aún así, agradecería que "por lo menos nos digan a qué atenernos porque hemos pedido un ICO a ciegas que si ahora nos dicen que hasta septiembre no podemos ejercer la actividad es probable que no nos llegue para sobrevivir hasta entonces", se lamenta.

Para Sheila Vázquez la situación es diferente. Ella realiza tareas de canguro, casi siempre a domicilio, y tras estar sin trabajar durante el confinamiento, ya se prepara para que crezca la demanda de su servicio de forma considerable. "Yo creo que va a ser bastante grande la demanda porque la mayoría de la gente no sabe qué hacer porque, en el caso en el que estamos, dejar a los niños con los abuelos tampoco es una opción", subraya. El verano también se prevé intenso ya que "no sabemos qué pasará con los campamentos o las guarderías y supongo que habrá bastante trabajo también".

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