Mientras el debate público fija el foco sobre el ritmo de vuelta a la normalidad social y económica, la prevención de un impacto como el actual de un posible rebrote del Covid-19 depende en gran parte de que las autoridades sanitarias desplieguen un ejército de detectives para localizar a los contactos de posibles contagiados del coronavirus y aislarlos rápidamente, conteniendo así su expansión. En Galicia, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) prevé constituir una red de teleoperadores dedicada precisamente a esa tarea.
Ese plan consta en la información enviada por la Xunta que recientemente solicitó a las comunidades precisamente afanarse en el refuerzo de la Atención Primaria para poder actuar lo más rápido posible ante casos sospechosos de estar infectados del SARS-Cov-2 y detectar las personas con las que hubiesen tenido contacto recientemente para alertarlas y pedirles que cumplan cuarentena para evitar una propagación como la que ha provocado desde finales de enero más de 25.000 muertos en España.
EN DIRECTO
Coronavirus en Galicia: última hora
Sigue las noticias sobre la incidencia de la pandemia del Covid-19 en la comunidad
Esa tarea es vital, como dejó claro el pasado 16 de marzo el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom. El día que dejó para la posteridad la apelación a realizar "test, test, test" también urgió a aislar los contactos de casos con síntomas.
El subdirector xeral de Información sobre Saúde e Epidemioloxía, Xurxo Hervada, avanzó ayer los planes de la Xunta sobre esta cuestión, remitidos a Sanidad junto a la petición de que Galicia entre en la fase 1 de la desescalada. En primer lugar, aseguró que los facultativos de Atención Primaria podrán solicitar las pruebas de detección del coronavirus En segundo, avanzó que los casos sospechosos -antes de tener resultado- dispararán el sistema de prevención y activarán la "central de seguimiento de contactos". Será una "central de teleoperadores" que identificará a los contactos del sospechoso y los llamarán para informarles de que necesitan ponerse en cuarentena y aislarse.
Si finalmente, la PCR es negativa -solo el 3% son positivas en la actualidad, añadió Hervada, y podrán realizarse 3.800 a la semana-, podrán recuperar la normalidad, aunque el Sergas los vigilará por vía telefónica durante 14 días. Si es positiva, se aislarán.
Un proyecto sin fecha
Sanidade, sin embargo, no concretó, a preguntas de este diario, cuántas personas se dedicarán a esa tarea ni cuándo se pondrá en marcha ese centro de teleoperadores, ni tampoco si funciona algún tipo de control de contactos en estos momentos. En rueda de prensa, Hervada explicó que se ampliarán o reducirán los medios "en función de las necesidades" y que apoyarán esos trabajos con resultados de aplicaciones móviles aún no implementadas. "Si lo hacemos bien, [un rebrote] será un minipico", añadió.
Los expertos consideran fundamental este aspecto del control a partir de ahora para frenar un rebrote de la pandemia y evitar medidas de confinamiento tan contundentes como las experimentadas por España desde mediados de marzo, cuando se impuso el estado de alarma. Y, de momento, no perciben avances claros en la materia.
El epidemiólogo gallego Alberto García-Basteiro, que trabaja en el Hospital Clinic de Barcelona, echa en falta datos sobre la red de detectives encargada de esta función. "Necesitamos equipos de respuesta rápida o "rastreadores" a gran escala, capaces de identificar y cribar contactos en 24-48 horas después de la identificación de cada caso. Pero no es una tarea sencilla. Se necesitan muchos recursos por parte de los servicios de vigilancia y estos dispositivos han de prolongarse en el tiempo. Saldrá más barato tener estos dispositivos en todas las regiones sanitarias, que mantener camas UCIs y salas de hospital saturadas", explica sobre una tarea "fundamental". "Nadie quiere reconocer que tal vez, en muchos sitios, no haya recursos humanos actualmente para hacer este rastreo de manera efectiva", alerta.
La ayuda de apps como las empleadas en Corea del Sur para aplanar la curva de contagios no debe descartarse, en opinión de este miembro del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y destacado hace unos años como el científico joven más relevante por su lucha contra la tuberculosis. "Son necesarias porque nos ayudarán a optimizar los esfuerzos de vigilancia. De todas formas no vale con lanzar aplicaciones en Apple store o en Google apps, sino que tiene que haber mucha gente pendiente de la información que se recoja para que se pueda actuar de forma eficaz. Hay que renovar y actualizar los servicios de vigilancia epidemiológica con la tecnología de la que ya disponemos", añade.
Similar opinión muestra Francisco Caamaño, profesor de Medicina Preventiva e Saúde Pública. Universidade de Santiago de Compostela, quien destaca las ventajas de realizar un rastreo mediante sistemas más modernos que las llamadas telefónicas. "Identificar contactos 24 o 48 horas después de que un paciente presente síntomas permitiría contener rebrotes sin el tremendo coste del confinamiento. Aquí se ha hecho razonablemente bien, pero a costa de un confinamiento brutal", advierte. Sin embargo, duda de que en la actualidad Galicia cuente con medios suficientes para ello y reclama explorar la vía de las app como hizo Corea del Sur.
