Galicia quiere pasar cuanto antes al siguiente peldaño del proceso de desescalada. Por eso, la Xunta ha solicitado al Ministerio de Sanidad el pase el próximo lunes (día 11) a la fase 1 de toda la comunidad -sin ninguna excepción- y que además permita la libre movilidad de la población por todo el territorio sin tener en cuenta la división provincial, que es la unidad de superficie que maneja el Gobierno central para avanzar en el desconfinamiento. El siguiente estadio de la desescalada autoriza, entre otras posibilidades, las reuniones sociales de hasta diez personas guardando la distancia física, la apertura del pequeño comercio, el funcionamiento de terrazas de bares y restaurantes con una ocupación de hasta el 50% o la apertura de hoteles y alojamientos turísticos excluyendo las zonas comunes y también de lugares de culto con una limitación de aforo del 30%.
La propuesta fue remitida al ministerio el pasado martes por la tarde, en la que se insiste en las áreas sanitarias -siete en Galicia- como la unidad básica territorial para avanzar de forma asimétrica en el desconfinamiento, haciendo caso omiso a los límites provinciales. Tras enviar la documentación donde la Xunta justifica los motivos por los que Galicia puede avanzar en la desescalada, el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, tuvo que defender ayer en videoconferencia con el ministro de Sanidad los argumentos para pasar a la fase 1, aunque no obtuvo respuesta porque el ministerio primero tiene que estudiar, como con todas las demás autonomías, sus respectivos planes de contingencia para abandonar progresivamente el confinamiento.
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Previamente, Almuiña explicó a los medios la situación en que se encuentra Galicia. Aseguró que la situación epidemiológica "es buena" en las siete áreas sanitarias y que la comunidad "cumple perfectamente" con los requisitos impuestos por Sanidad como salvaguarda para afrontar una nueva ola del coronavirus, como un bajo nivel de contagios, que se disponga de suficientes plazas de UCI y de camas hospitalarias, que se haya reforzado el personal sanitario y que se cuente con medios para realizar diagnósticos rápidos y con instalaciones para el aislamiento. Por eso, solicitó ir a la fase 1 y además con libertad de movimiento por toda la comunidad. "Creemos que la medida debería ser más flexible entre territorios en la misma situación epidemiológica", dijo.
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Como prueba de que la situación está controlada, el conselleiro informó de que en los últimos 14 días 196 ayuntamientos gallegos -de los 313 que suma Galicia- no han tenido ningún caso de transmisión comunitaria del coronavirus y 190 ningún caso en general. Y en los últimos tres días la cifra sube "a 285 y 280" municipios "según todos los casos o de transmisión comunitaria".
La idea de la Xunta es tomar como base el área sanitaria, dado que desde ellas se ejerce todo el control de la pandemia por zonas y se coordinan los medios para afrontarla. Si todas están en la misma situación epidemiológica, los ciudadanos podrían moverse libremente por todas ellas. Y en caso de un rebrote, solo se reduciría la movilidad en esa área, sin afectar al resto de la provincia, o en los distintos distritos sanitarios, de dimensiones todavía más reducidas, para interferir lo menos posible sobre los derechos fundamentales.
En cumplimiento de los requisitos impuestos por Sanidad, Almuiña dijo que Galicia tiene capacidad para llegar a 10.300 camas hospitalarias y casi 700 de UCI, montar en cinco días hospitales de campaña, contar con hoteles para aislar a nuevos contagiados y establecer un doble circuito en Atención Primaria para identificar casos sospechosos y encargar las pruebas en 24 horas, a lo que se suma una central de información para rastrear a todas las personas que tuvieron contacto con los enfermos. A ello se añade que el nivel de contagio está por debajo de 2 por cada 100.000 habitantes y que se han incorporado 1.700 nuevos profesionales sanitarios a la lucha contra la pandemia.
Según fuentes de la Consellería de Sanidade, el ministerio realizó una "valoración técnica positiva" de la propuesta de Galicia, pero sin dar una respuesta oficial a su planteamiento, como tampoco se la dio a Baleares, Andalucía o Murcia en sus respectivas reuniones bilaterales para abordar la desescalada.
En los próximos días habrá reuniones de técnicos, a la que seguirá otra bilateral con el conselleiro, momento en el que el Ministerio de Sanidad emitirá su veredicto.
En todo caso, en los siguientes pasos para la desescalada las comunidades participarán en mucha mayor medida en las decisiones con el Gobierno central, si bien el Ministerio de Sanidad tendrá la última palabra, según las nuevas condiciones de la prórroga del estado de alarma tras incluirse una enmienda del PNV para impulsar la "cogobernanza".
Al igual que Galicia, otras catorce comunidades autónomas han solicitado pasar a la fase 1 de la desescalada. Cataluña y Castilla y León son la excepción. Los catalanes solo proponen avanzar en el desconfinamiento en tres zonas sanitarias de reducida población y los castellano-leoneses, en áreas rurales que en total solo afectan a 55.000 habitantes.
Madrid al final también solicitó dar el paso, si bien el debate interno en su Consejo de Gobierno estuvo marcado por una furte tensión, con la presidenta (PP) y su vicepresidente (Cs) enfrentados sobre si debía avanzar en la desescalada. La presidenta, Díaz Ayuso, era partidaria de frenar el desconfinamiento.
En el resto de autonomías, algunas plantean que determinadas zonas salten directamente a la fase 2.
