Galicia sigue sumando apoyos en su carrera para conseguir o ayudar a lograr una vacuna contra el nuevo coronavirus. El último espaldarazo -traducido en una inyección de 126.000 euros- lo ha recibido el Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CiQUS) de la Universidade de Santiago de Compostela.

El Instituto de Salud Carlos III ha apostado económicamente para que el Ciqus prosiga con la preparación y uso de vectores peptídicos para la entrega celular de ARN mensajero.

Esta tecnología puede aplicarse para el desarrollo de vacunas contra el Covid-19, resalta el organismo gallego en una nota. El grupo de investigación que lidera Javier Montenegro desarrollará durante seis meses una plataforma para detectar posibles alternativas que puedan usarse como transporte de genes para la vacuna.

Las vacunas basadas en ARN (ácido ribonucleico) mensajero están en la base de algunos de los ensayos clínicos que se realizan en la carrera para encontrar una vacuna contra COVID-19.

Sin embargo, uno de los mayores desafíos en este campo es la extrema sensibilidad y el difícil transporte de material genético (ARN) que provoca la respuesta inmune, lo que dificulta su potencial. Para aliviar esta limitación, el grupo de investigación de Javier Montenegro está trabajando en el desarrollo de una plataforma sintética para la detección rápida de vehículos para ARN basado en péptidos con potencial como vehículos de entrega de genes.

"Resultado prometedor"

"Recibir esta financiación del Instituto de Salud Carlos III es un gran golpe para nuestra confianza", explicó Javier Montenegro el martes. "Hemos optimizado vectores in vitro durante más de cinco años y recientemente realizamos pruebas en animales con resultados prometedores", afirma Montenegro.

Este científico añade que "las vacunas mRNA tienen un gran potencial debido a su flexibilidad, seguridad y rápido desarrollo" y que son ideales para situaciones que requieren una respuesta rápida.