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Nuevas tareas a la ayuda a domicilio como compras o cuidado de mascotas

Las cuidadoras de atención en el hogar cocinarán y ayudarán a los mayores a contactar por teléfono o videollamada con sus allegados

Una trabajadora de ayuda a domicilio. // Emilio Fraile

Aunque las residencias son uno de los principales frentes de batalla contra el coronavirus, los mayores que residen en sus domicilios también son vulnerables. La Xunta puso en marcha un plan extraordinario de ayuda en el hogar, que pretende beneficiar a 12.500 gallegos, que se sumarán a los 24.000 que ya estaban recibiendo atención domiciliaria hasta ahora. Una de las novedades de este nuevo servicio es que se amplía el abanico de tareas que podrán realizar los cuidadores para incorporar nuevas funciones como realizar compras, preparar comidas, promover el contacto telefónico o digital con otros parientes confinados o el cuidado de mascotas.

"Los cuidados para cada caso deben ser flexibles y adaptarse a cada situación concreta. Eso implica que se amplíen las tareas", informa la Consellería de Política Social. El objetivo, según explican, es que este servicio de atención a domicilio extraordinario sea "lo más flexible posible, sin restricción al tipo de tareas que se puedan realizar para atender las urgencias derivadas del actual estado de alarma".

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Hasta marzo recibían atención en el hogar 24.000 gallegos. Los trabajadores de este servicio ayudan a los mayores a asearse, vestirse, realizan tareas domésticas, les ayudan a tomarse la medicación... El refuerzo extraordinario para ampliar el número de beneficiarios comenzó hace unas semanas y permitirá incrementar esta cifra en un 50%. Además la Xunta asumirá de forma íntegra el coste de esta medida, a la que dedicará seis millones de euros mensuales.

Reconfigurar el servicio

Esta nuevo servicio extraordinario permitirá además a los servicios sociales municipales reconfigurar la atención a domicilio que prestan a los usuarios tanto en intensidad horaria, es decir, aumentar el número de horas de cuidados en casa, como con la incorporación de nuevas tareas que no estaban contempladas y que ahora durante la crisis del Covid-19 y el confinamiento obligatorio se han vuelto necesarias, como realizar compras, hacerles la comida, sacar a pasear a sus mascotas o ayudarles a mantener el contacto con sus familiares y amigos a través de las nuevas tecnologías.

Los sindicados han denunciado reiteradamente durante la crisis sanitaria la falta de protección de los trabajadores del servicio de ayuda a domicilio. En algunos casos, estos cuidadores tienen que atender a enfermos de Covid-19 que no necesitan hospitalización y simplemente deben permanecer aislados en sus casas.

La Consellería de Política Social deriva en los ayuntamientos la responsabilidad de equipar correctamente a los trabajadores de ayuda a domicilio. "Este servicio lo gestionan los concellos, aunque la Xunta financie la mayor parte del coste", justifican. Y señalan que la Vicepresidencia de la Xunta ha distribuido a las corporaciones locales 750.000 guantes y más de 550.000 mascarillas. En todo caso, en una guía difundida entre los concellos por la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) se recomienda a las auxiliares que prestan este servicio que se abstengan de ir a trabajar si presentan síntomas como fiebre, tos o falta de aire.

Si, por el contrario, sospechan que la persona a la que atienden en su domicilio puede estar infectada por coronavirus deberán avisar inmediatamente al Sergas. Si hubo riesgo de contagio, el trabajador del servicio de ayuda en el hogar deberá permanecer en aislamiento. De lo contrario, seguirá atendiendo a esa misma persona en su casa.

La Consellería de Política Social explica que los trabajadores del servicio de ayuda en el hogar tienen la "formación adecuada" para prestar los cuidados que necesitan estos enfermos. Y si uno de estos cuidadores atiende algún caso confirmado de Covid-19, a partir de ese momento solo seguirá atendiendo esa misma tipología de casos para minimizar el riesgo de contagios.

La Fegamp advierte que en caso de que los concellos no cuenten con recursos humanos suficientes para prestar estos servicios podrán recurrir al auxilio de trabajadores no cualificados para la realización de tareas siempre y cuando no impliquen cuidado personal y contacto como las tareas domésticas, entrega de comida a domicilio...

En caso de que la empresa que presta el servicio de ayuda a domicilio suspenda su actividad, la Fegamp recomienda en su guía que se pida la colaboración de otras instituciones como cuerpos y fuerzas de seguridad o del sistema sanitario para evitar casos de desatención a personas en situación grave.

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