La epidemia de coronavirus mantenía ayer la "buena evolución" de los últimos días en España con un desplome de fallecidos a 268 y de contagiados a 1.309, la mitad de ellos en Madrid y Cataluña, lo que sitúa a ambas comunidades en un punto de partida "más complicado" que el resto para empezar a aliviar las medidas de confinamiento. Sus cifras hacen que sea "posible que se retrase la toma de medidas" de desescalada en estos territorios, admitía ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien aclaró, no obstante, que dependerá de cómo siga evolucionando la epidemia.

Por ahora, ambas comunidades están "ahora mismo" en una situación de transmisión "mucho mayor" que el resto, ya que han notificado sumadas ambas 668 nuevos casos (406 Madrid y 262 Cataluña) de los 1.309 nuevos contabilizados, por lo que "su punto de partida es un poco más complicado", concede. Aun así, todas las comunidades, incluso estas, comparten que la evolución de la epidemia "es muy rápida hacia abajo".

Después de que Galicia -que el miércoles notificó positivos confirmados por test de anticuerpos que el Ministerio de Sanidad no tiene en cuenta para hacer su balance de evolución-, haya "actualizado y validado" sus datos consolidados de casos confirmados mediante PCR, el Ministerio estima en 213.435 los positivos detectados con esta prueba desde el inicio de la crisis sanitaria. De ellos, 39.987 son profesionales sanitarios.

Según los últimos datos, la incidencia en las últimas dos semanas en España es de 78,87 contagios por cada 100.000 habitantes, si bien las cifras varían por comunidades. Es muy "favorable" al situarse en menos del 20%, en Andalucía, Asturias, Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia, además de Ceuta y Melilla. En Galicia es de 59,83.

Mejoría generalizada

Sí es generalizada la ralentización del ritmo del virus en las últimas 24 horas por debajo del 1% -en Galicia, un 0,3%- con las excepciones de Cantabria, Castilla y León y Aragón. Y todas notifican más altas que infecciones, menos Castilla y León y Madrid. Desde la víspera, otras 816 personas precisaron ingreso, pero más de la mitad de concentran de nuevo en Madrid, con 226, y Cataluña, con 217. El total de hospitalizaciones es de 116.661. Los que precisaron cuidados intensivos se sitúan en 10.776 y, de ellos, 57 en 24 horas, la mitad en ucis madrileñas y catalanas.

Simón celebra que la cifra de nuevos fallecidos, que suman 24.543, sea la menor registrada desde que la curva comenzó a subir el 20 de marzo, cuando se contabilizaron 235. Diez autonomías (esta vez Galicia no) no registraron defunciones. Mientras, los curados duplican a los nuevos casos con otras 3.103 personas que han logrado superar la enfermedad, que elevan el total a 112.050, un 52,4 %.

Simón instó a "valorar con mucha precaución" datos que invitan al optimismo, no porque vaya a haber "pasos atrás en este momento, sino porque puede llevarnos a una euforia que genere problemas más adelante". El reto está en, "dentro de la euforia contenida", mantener la evolución en próximos meses porque "estamos en un riesgo importante de nuevos brotes epidémicos que tendrían un impacto excesivo" en la sanidad y en la población, ya que implicaría, afirma, "pasos atrás" en la desescalada.

El ministro de Sanidad alertó de que "hay que estar preparados para un rebrote". "En todos los países en los que ha habido una transición ha habido algún episodio" de ese tipo, indicó en la Comisión de Sanidad del Congreso. El plan de desescalada, indicó, parte de que no hay tratamiento ni vacuna. Por ello, apeló a la prudencia y pidió el esfuerzo de todos "para evitar una carrera pública para ver quién desescalada más rápido, porque no llegará antes el que corra más deprisa, sino el que vaya al ritmo más adecuado y no tropiece".