La Consellería de Educación insiste en que su "prioridad" es "blindar las 3.654 plazas" de la oferta pública de empleo para docentes de 2020 cuya convocatoria fue aplazada un año por el coronavirus. Y, "para garantizarlo", abrirá de nuevo las inscripciones cuando el Gobierno central levante la suspensión de los plazos administrativos derivados del estado de alarma. Así lo concretó ayer en la mesa sectorial donde el director xeral de Centros e Recursos Humanos, José Manuel Pinal, abordó la situación con los sindicatos, que se vieron en un "dilema", pero aceptaron "el mal menor", según explicaron sus representantes, de priorizar las plazas previstas para este año.

Una de las grandes cuestiones que estaban sobre la mesa era la posibilidad de acumular las plazas de la OPE de 2020 y las de 2021. Pero según explicó Pinal, esto no es posible legalmente dado que la normativa aplicable a cada una de las ofertas sería diferente. La de 2020 se convocó con arreglo a un decreto que establece un régimen transitorio aplicado a las OPE hasta ese año, explican desde la CIG, pero su vigencia podría ampliarse, señala el sindicato, lo que pedirán.

La Xunta deja la puerta entreabierta a la posibilidad, ya que Pinal concedió que la Consellería se compromete a volver a analizar la situación si el Gobierno central "tomase alguna medida que permitiese la acumulación de ofertas". Con todo desde la CIG apuntan que la Xunta "no ve factible esa posibilidad". Los sindicatos insisten en actuar ante el Gobierno para permitir acumular plazas en 2021 y desde la CIG aseguran que la Xunta ha aceptado su solicitud de esperar la respuesta del Gobierno antes de publicar la orden.

Asimismo, la CIG informa de que la Xunta les traslada que si "finalmente no hay cambios y no se pueden acumular las oposiciones de 2020 y 2021, su intención sería publicar una OPE en 2021 que se acumularía con la de 2022 y que se celebraría en una única oposición en este último año", tanto para maestros como para secundaria.

Según la Xunta, ni la Consellería ni los sindicatos quisieron optar por la revocación de la oferta actual, como otras comunidades, porque supondría una "total incertidumbre respecto a la efectiva celebración del proceso y sus condiciones". Como apuntó Paula Carreira (UGT), los sindicatos optaron por "el mal menor". Para CC OO, desistir de la OPE, sería una "temeridad".

Julio Díaz proclama desde Anpe que no se puede permitir la pérdida de las plazas convocadas por la OPE de 2020 y que "la situación ideal" sería "que legalmente se pudiesen acumular la OPE de 2020 y la OPE de 2021 y hacer una convocatoria única". Eso pasaría, señalan, por que el Gobierno aceptase ampliar lo recogido en el Real Decreto 84/2018 a la oferta de 2021.

Por su parte, desde STEG insisten en que la Xunta debe velar, en primer lugar, por la "seguridad jurídica" de la convocatoria y evitar que el proceso se desarrolle en un clima de "incertidumbre" para los aspirantes.