La Xunta inmovilizó en su plataforma de distribución, antes de ser remitidas a las de las áreas sanitarias, 12.000 mascarillas y presentó una reclamación al proveedor para que las reponga. Las mascarillas bloqueadas se corresponden con dos modelos de los que el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo alertó de que no cumplían las especificaciones para su empleo, en concreto el modelo Elite EB09.04 (FFP3) y un lote de las KN95 Mask Purvigor (FFP2).