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"En el naval, si paras el 10% del año solo se cubrirán gastos"

"Las auxiliares lo notarán más y por desgracia tendremos que lamentar que alguno se quede por el camino" | "Hay un sobreprecio de hasta un 400% por las mascarillas"

Manuel Vázquez, el día que fue nombrado presidente de Aclunaga. // Xoán Álvarez

Manuel Vázquez es desde el pasado verano el presidente del Clúster del Naval Gallego (Aclunaga), uno de los sectores obligados a parar y que ahora están poco a poco volviendo al a normalidad. El también gerente y propietario de la auxiliar Norinver (de Ferrol) explica en esta entrevista con FARO cómo ha afectado la pandemia del coronaviruspara los próximos meses.

-La primera pregunta es obligada, ¿se ha recuperado el naval del parón?

-Lo que son los astilleros privados de Vigo No están como hace un mes, pero lo hacen de forma paulatina y constante. Tenemos el ERTE de Barreras ahora, del que desconocemos el origen al no tener información oficial. Respecto a los astilleros públicos en Ferrol hay un plan para retomar la actividad. El lunes se retomará con algunas auxiliares, con muy poca gente, viendo cómo organizar turnos y demás. El proceso será más lento porque aquí hablamos de 4.000 personas que tienen que entrar con normalidad. Esperamos estar al 100% en las próximas semanas.

-¿Y a nivel económico?

-Hay que entender que el ERTE tiene un coste y que la mayoría de las empresas están fuera en parte de las ayudas fiscales y de aplazamientos por los umbrales facturación máxima anual de 600.000 euros. Toda la carga que ha tenido el parón ha ido sobre la tesorería de las mismas empresas. El ERTE, aunque solo sea una parte, tiene un impacto económico importante.

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-¿Ha pedido el sector ayudas de estado para blindar su continuidad?

-El sector ha pedido ayudas de todo tipo, algunas firmas se acogieron a créditos del ICO o préstamos de Igape. Hay ayudas, pero como se ve desde el Estado no hay un plano estratégico sectorial. No existe. Se ha demandado y estas últimas dos semanas hasta había dudas de si podíamos seguir con reparaciones para el sector de la pesca.

-Los equipos de protección individuales (EPIs) escasean, ¿tiene el sector todo lo que necesita?

-El problema es que hay una excesiva demanda y la premura para recibirlos no es toda la que se desea. Nosotros, de forma combinada con otros clústeres, hicimos compras conjuntas para nuestros asociados y, al mismo tiempo, la Xunta puso a disposición unos excedentes de pedidos que hicieron de antemano. Más problemático, y esto lo hemos trasmitido a la Xunta. A lo mejor tardan una semana o diez días en llegar, vale, pero hay sobreprecio de hasta un 400% por los EPI. Eso es un trastorno importante para la industria, porque hay que darles medios de protección. Lo que pedimos a la Xunta, en este momento de máxima tensión y esfuerzo, una excepción o reducción del IVA de estos productos.

-¿Han notado paralización o retraso en proyectos de nueva construcción o reforma de buques?

-Las previsiones de nuevas contrataciones con una economía global paralizada entendemos que se van a tener que resentir, porque negociar con alguien estando ambos en cuarentena o sin saber qué va a pasar con la economía, pues es difícil. Más en un sector como el nuestro que exporta el 90%.

-¿Se han reformulado plazos de entrega de manera generalizada?

-Se han reformulado porque muchos de los que tienen que venir a recoger esos trabajos tampoco estaban en condiciones de hacerlo al no poder volar por las limitaciones en sus propios países. Ha habido una reformulación, no solo de este mes de parón, sino que en muchos casos va a suponer retrasos de dos o tres meses, pero también en función de que el cliente final pueda venir a recoger el producto. No depende solo de nosotros.

-Las auxiliares que se hipotecaron, como las que lo hicieron con el Igape por la situación de Barreras, ¿están en una posición más complicada?

-Claro que tiene un impacto, pero hay que contar que el plan de refinanciación que se aceptó contemplaba que se iba a devolver el 50% de la deuda del barco de Ritz-Carlton y el otro 50% a la entrega. Desde Barreras nos dicen que hay un aplazamiento de ese primer pago derivado de los pasos que tenían que hacer con la administración y que con el parón no pudieron llevarse a cabo. No es que el plan no se vaya a cumplir; luego en cada empresa el caso es particular.

-Con este panorama, ¿cómo cree que acabará el naval el año?

-Las empresas, tanto astilleros como auxiliares, lo van a acabar; los números no van a ser del todo buenos, porque si tienes un parón de diez semanas va a dar para cubrir gastos, pero no para dejar ningún beneficio. Vamos, si paras el 10% del año va a suponer que se deje sentir en las cuentas de resultados. En la industria auxiliar, con menos pulmón y capacidad, lo notará más y por desgracia tendremos que lamentar que alguno se quede por el camino, como ha pasado con este último revés de Barreras.

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