El Consejo de Ministros desvelará hoy, o al menos así está previsto, su plan para iniciar la desescalada y relanzar la actividad económica. Poco ha transcendido de las condiciones que se impondrán, que las dirigirá y tutelará el Gobierno central pese a que distintas comunidades autónomas están haciendo sus propuestas, que luego ya se verá si tienen encaje o no dentro del marco general. Por de pronto, Moncloa insiste en que la unidad territorial para determinar el desconfinamiento asimétrico será la provincia, mientras que Galicia y otras comunidades autónomas proponen demarcaciones más reducidas, como las áreas sanitarias, ya que son los instrumentos donde se coordina la primera línea del frente de acción contra la pandemia.

La desescalada se regirá, al menos en un primer momento, por criterios sanitarios, pero el Ejecutivo central no ha detallado aún cuáles serán. Sí se conoce la propuesta que los expertos que asesoran a Moncloa le han remitido como guía, aunque es posible que sufra modificaciones en el Consejo de Ministros.

Entre los criterios generales que barajan hay dos destinados a medir la capacidad sanitaria de un territorio para comprobar si podrían atender la presión adicional derivada de un eventual rebrote. Eso se calcularía en función de las camas de UCI disponibles y del porcentaje de enfermos que necesita hospitalización.

En cuanto a las UCI, el umbral de ocupación máxima para permitir la desescalada estaría en el 50%. Galicia lo cumple de sobra, pues con los 83 ingresados de ayer no llegan no de lejos a la mitad de las 270 plazas habilitadas en los hospitales públicos -170 de ellas ampliadas tras saltar la crisis sanitaria-. Entre las recomendaciones del Gobierno también estaría el tener la capacidad de doblar las plazas de UCI para afrontar un posible rebrote, pero la Xunta asegura que tiene respiradores suficientes para implantar algo más de 400, con lo que también se cumpliría con este requisito.

La tasa de hospitalización es otro de los criterios. Se fijaría como límite que no más del 30% de los infectos necesiten ingresar en los hospitales. El número de positivos activos ayer en Galicia era de 6.891 y el de hospitalizados de 590 -el 8,5%-. Además, dispone de 7.500 camas, con lo que las plazas ocupadas por enfermos con coronavirus es del 7,5%.

Otro parámetro que propusieron los asesores del Gobierno para autorizar el desconfinamiento es que el incremento de nuevos casos por cada 100.000 habitantes no rebasara el 2%. En el caso de Galicia, esto supondría un máximo de 54 contagiados nuevos cada día, cifra que se supera por poco, pues el Ministerio de Sanidad en su último recuento determinó que eran 62. No obstante, la cifras de la Xunta son distintas, y solo habla de 35 nuevos casos activos. Pero se supone que los valores generales para autorizar la desescalada serán los del ministerio.

En todo caso, si en vez de provincias, la unidad territorial fueran las áreas sanitarias, en tres de las siete gallegas -según las estadísticas del Sergas- se cumpliría con este criterio: Pontevedra, Lugo y Ferrol.

Y otro parámetro es la tasa que indica el número de personas que contagia otra que está enferma. Los expertos defienden que sea 1, pero en la comunidad gallega, según el último control, realizado el pasado día 22, es de 1,2; si bien desde entonces ha bajado la incidencia de la pandemia.

Eso sí, la gallega destaca como la autonomía con la menor tasa de España -salvo Ceuta y Melilla- de letalidad por paciente contagiado. Ayer estaba en el 4,38%, cuando la media nacional es del 11,23%. Y en cuanto a la tasa de mortalidad por ingreso hospitalario, es la cuarta por la cola, con el 15%, solo por detrás de Canarias (6%), Murcia (8,5%) y Andalucía (13,7%).