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Lazos vecinales que arropan

La madre de la actriz Celia Freijeiro, junto con dos amigas, hace recados a los vecinos que lo necesitan durante el encierro

Desde la dcha., Olga García, Irene Tojeiro con 'Trufa' y Eva Ortiz. // Cedida

Hay personas que no pueden estarse quietas y este es el caso de Olga García Vila. La madre de los actores vigueses Celia Freijeiro ("Vida perfecta", "Seis hermanas", "La playa de los ahogados", ) y Pedro Freijeiro ("Hospital real") comenzó a darle vueltas a la cabeza sobre la manera en que podía ser útil durante el confinamiento por el coronavirus. Se le ocurrió entonces que podría ayudar a quienes, por edad, movilidad o enfermedad, no pueden hacer tareas tan básicas como ir a la compra o a la farmacia por medicamentos. Y embarcó en su propósito a sus vecinas, Eva Ortiz e Irene Tojeiro, madre e hija, otras dos viguesas solidarias que, como ella, posibilitan que a los vecinos de su entorno más cercano no les falten los productos básicos.

Para publicitarse echaron mano de un método clásico y rudimentario: pegaron carteles en los portales de su zona, la de María Berdiales, ofreciéndose a hacer la compra u otros recados. Lo hicieron ya el primer fin de semana del confinamiento.

Reconoce Olga, técnica de inclusión en Vilagarcía, que su ofrecimiento causa recelo entre quienes no las conocen, reacción que, por otra parte, comprende. "Siempre hay desaprensivos que se aprovechan de los más vulnerables, pero la gente tiene que saber que también hay personas que quieren ayudar en la medida de sus posibilidades", afirma.

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Los encargos los realizan de puerta a puerta, para evitar el contacto y, de este modo, cumplir con las recomendaciones para evitar la propagación del Covid-19. Quien necesita algo solo tiene que llamar a los números que vienen en el cartel y dejar la nota en la puerta de casa con el dinero. Ellas lo compran y lo dejan en el mismo sitio con el ticket de compra y el cambio. Esperan pacientemente en las colas del súper, ataviadas con guantes y mascarilla, y hasta buscan los mejores precios en los puestos del mercado.

La práctica totalidad de los vecinos a quienes ayudan estos días son personas mayores que viven solas, aunque no todas. "Lo que me entristece es que también estoy haciendo la compra a personas mayores que tienen hijos y que podrían hacer lo mismo que estoy haciendo yo. Yo vivo con mi madre y salgo a comprar para nosotras y para los vecinos que lo necesitan. Con las medidas de seguridad se puede hacer. Si yo lo hago, ellos también podrían", se lamenta. También alguna persona joven que vive sola y que por razones de salud no podía salir a la calle. "También hemos bajado al perro de un hombre joven que estaba enfermo", afirma Eva, que también tiene un perro, "Trufa".

Directora de una empresa de transporte marítimo, esta viguesa compagina el teletrabajo con la ayuda que presta a sus vecinos. "Sentía que lo tenía que hacer. Siempre intento colaborar, pero ahora que estoy teletrabajando y que puedo organizar mi propio tiempo, me apetecía ayudar a los vecinos de mi zona. Además, es una forma también de involucrar a una chica joven, mi hija", dice.

Para no hacer excesivas salidas y respetar el confinamiento, aprovecha las ocasiones en que "Trufa" necesita salir y los momentos en que ellas va a hacer la compra para hacer el testo de recados. Eva se ofrece, incluso, a hacer un bizcocho si alguien echa en falta un buen dulce.

Olga recuerda que, además de vecinos solidarios como ellas, los vigueses cuentan con el servicio de atención al ciudadano del Concello de Vigo (010) y el 012 de la Xunta para informarse y pedir ayuda.

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