| La fiesta de los niños se convirtió, especialmente en las grandes ciudades, en una jornada de excesos y picaresca. Barcelona (foto de la derecha), Madrid, San Sebastián (izquierda) y Valencia registraron aglomeraciones, con muchas familias incumpliendo abiertamente lo ordenado por el Gobierno. En Cataluña, el propio Quim Torra lamentaba los "comentarios alarmantes" que le llegaban sobre los incumplimientos, y solicitaba a los ciudadanos que se ciñesen a las directrices ministeriales.