El Gobierno gallego ha decidido abrir la mano con algunas actividades y flexibilizar las restricciones. Entre ellas, permitirá el desplazamiento de ciudadanos hasta los restaurantes para recoger comida que hayan encargado previamente, elimina la distancia máxima de 500 metros para desplazarse hasta un huerto familiar o autoriza más obras el interior de edificios y viviendas unifamiliares.

Las decisiones se tomaron ayer en una nueva reunión del Centro de Coordinación Operativa de Galicia (Cecop), que ha optado por ampliar el catálogo de las obras declaradas como "urgentes" para, entre otras, incluir aquellas que mejoren la accesibilidad en edificios y las de reparación de fachadas, que hasta ahora estaban prohibidas. Esta medida afectará, según la Xunta, a unos 20.000 autónomos.

Hasta el momento estaba habilitado el reparto a domicilio, pero en adelante cualquier persona podrá encargar la comida e ir a recogerla ella misma a la puerta del local, eso sí, guardando la distancia de seguridad. Se quiere "facilitar" esta opción a quienes no pueden ir a la compra ni hacer la comida en su casa y además constituye una "medida de viabilidad económica" para los propios restaurantes.

El Cecop acordó dejar sin efecto la distancia máxima de 500 metros permitida para que los particulares puedan acudir a sus fincas de autoconsumo para efectuar labores de mantenimiento, autorizar las quemas y dejar sin efecto la obligación de desbrozar de maleza antes del 30 de mayo las franjas de 50 metros de ancho alrededor de las viviendas para prevenir los incendios.