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España cede al final con los niños

Las ONG recomiendan salidas de una hora al día en un radio de un kilómetro y zonas verdes

Una madre coloca una mascarilla a un niño. // Iñaki Berasaluce

Gobiernos como el de Cataluña o de Euskadi han presionado para que los niños puedan salir a la calle, una reivindicación que también enarbolaba Galicia en las últimas semanas. Incluso el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, había apelado a la conveniencia de abrir la mano. El Ejecutivo central ha accedido y España se suma al final de una larga lista de países que han optado por confinamientos más llevaderos para la población en general y para los niños en particular, desde los vecinos Portugal y Francia hasta el norte de Europa, con los casos específicos de Islandia o Suecia, donde no se tomaron de entrada este tipo de restricciones.

Aunque está todavía por determinar qué reglas regirán la vuelta a la calle de los niños -incluso está abierta la franja de edad en que esta movilidad añadida sería posible-, ya hay propuestas sobre la mesa. Por ejemplo, Cataluña, que fue una de las comunidades que más presionó para sacar a los menores a la calle, trabaja en un plan que prevé salidas por turnos de edad y por horas y manteniendo precauciones, como las distancias, usar mascarillas a partir de 3 años, salir de casa por la escalera, no entrar en tiendas y dar paseos cortos. Se excluirían los parques, el consumo de bebidas o alimentos fuera y, de encontrarse con algún conocido, interactuar con él desde una distancia mínima de dos metros y no durante más de diez minutos.

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ONGs de la infancia, que han dado la bienvenida a que el Gobierno permita salir a los niños a partir del 27 de abril, como venían pidiendo, también ofrecen modelos similares. "Save the children" recomienda al Gobierno que permita realizar una salida diaria de una hora en un radio de un kilómetro del domicilio, incluidos espacios verdes y manteniendo cerrados los parques infantiles. En estas salidas, en las que sugieren priorizar a los niños de 0 a 6 años, proponen que los menores vayan acompañados de un único cuidador, salvo que la edad y la madurez de los menores requiera a dos personas, y que se fijen dos turnos al menos en aras de facilitar la conciliación, además de proporcionar a niños y cuidadores material de prevención, incluidas mascarillas y guantes.

Desde Unicef valoran la medida, pero se muestra "prudente" con respecto a cómo deberían ser esas salidas, ya que entiende que han de ser los epidemiólogos quienes han de valorar cómo han de realizarse. Mientras, desde Aldeas Infantiles SOS, consideran que, además de permitirles salir a la calle, "es necesario estudiar la posibilidad de habilitar espacios exteriores por turnos y supervisados para que, sin poner en riesgo a nadie y priorizando la salud de todos, se les permita realizar una mínima actividad física".

La OMS también ha valorado la iniciativa de "aliviar" el confinamiento en los menores. Su directora de Salud Pública, María Neira, aseguraba ayer al respecto en una entrevista de Catalunyà Ràdio: "Consideramos que sería interesante, siempre si está bien pensado y planificado".

En todo caso, apuntaba que "en Europa cada país ha decidido una estrategia" respecto a la flexibilización de las restricciones para frenar contagios de coronavirus, y que lo importante es que las personas adopten medidas rigurosas de protección en cada salida. De hecho, en España los niños ya podían salir. Como explicó el director del Centro de Coordinación de Alertas, Fernando Simón, el último decreto sobre el estado de alarma permite la salida de los menores para actividades necesarias con sus progenitores, como es el caso de ir a "comprar el pan".

Si Simón alegaba ayer que la salida de los niños está avalada por "el impacto mayor" que sufre este colectivo por "la falta de movilidad y el encierro", las ONGs defienden una flexibilización para "garantizar" el bienestar de los menores, y ponen de ejemplo a Francia e Italia.

En este último país, pese a la polémica de que la región norte de Lombardía, la más afectada por la pandemia, ha cuestionado la norma e incluso ha amenazado con multas si los padres hacen caso a la medida, el Gobierno central permite en teoría desde abril salir a los menores una hora al día con varias condiciones, entre ellas la compañía de un adulto, al que pueden acompañar al supermercado también, y quedarse al lado de casa.

En el caso de Francia, se ciñen a unas condiciones similares a las citadas por ONGs como "Save the children". Desde el principio se dejó salir, pero desde finales de marzo se han limitado las salidas para hacer deporte o sacar a los niños a como mucho un kilómetro del domicilio, una hora y una vez al día y en la compañía de un adulto.

En Alemania, donde las reglas varían según regiones, se permite desde el principio de la pandemia el salir a la calle, entre otras actividades básicas, para correr o pasear, también a las familias -máximo dos adultos convivientes y niños-, siempre y cuando se mantengan ciertas distancias de seguridad.

Los portugueses también abrieron la mano desde el principio. Desde que se decretó la emergencia se puede salir con los niños a pasear o a correr. Por la misma línea, o incluso más, han optado los países del norte de Europa. Por ejemplo, en Islandia los menores no están encerrados y las escuelas infantiles siguen abiertas. En Suecia los niños tampoco han dejado de ir a clase. En Dinamarca sí dejaron de ir, pero esta semana tenían previsto volver a las aulas los más pequeños, aunque con una serie de reglas, como la existencia de una distancia de seguridad entre las mesas, por ejemplo, higiene frecuente y reducción de aforo. En Reino Unido, pese a las restricciones, se autoriza a las salidas para pasear con niños.

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