Las próximas semanas, en las que muchos países europeos pondrán en marcha medidas de transición tras los confinamientos masivos, serán críticas para el continente, que ayer alcanzó el millón de casos de COVID-19, advirtió el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud, Hans Kluge.

"Las próximas semanas serán críticas para Europa", resumió en conferencia de prensa virtual Kluge, quien señaló que "es imperativo no bajar la guardia" y estudiar cuidadosamente si cada país reúne los seis puntos fijados por la OMS antes de aliviar las medidas de aislamiento social.

Esos puntos incluyen garantizar que los contagios están controlados, que el sistema sanitario puede afrontar la fase de transición, que está minimizado el riesgo de rebrotes, que se han tomado medidas preventivas en escuelas y lugares de trabajo, que hay adecuada gestión de los posibles casos importados y que la opinión pública está bien informada.

Kluge recordó que más de 84.000 personas han fallecido en el continente europeo a causa del coronavirus, y que de las naciones más afectadas en la región varias muestran cifras que invitan al optimismo (España, Italia, Francia, Alemania y Rusia).

Sin embargo, en otros países de la zona aún no hay una clara desescalada o existe un aumento de los contagios, como Reino Unido, Turquía, Ucrania, Rusia y Bielorrusia, subrayó.

"No nos equivoquemos, pese a la llegada del tiempo primaveral seguimos en el centro de la tormenta, y algunos países aún no han sufrido todo su impacto", alertó.