El "efecto llamada" de medicamentos y principios activos que se utilizan en ensayos hospitalarios para tratar a los enfermos más graves del Covid-19 y que habitualmente venían utilizándose para el tratamiento de otras enfermedades, como lupus, artritis reumatoide o malaria, se deja notar en las boticas gallegas.

La hidroxicloroquina en combinación de la azitromicina ha demostrado cierta eficacia en algunos tratamiento de Covid-19, por lo que Sanidad ha centralizado su distribución para que pueda ser dirigido a los ensayos clínicos y a los pacientes que lo necesitan, los enfermos de lupus.

"Hay que advertir y dejar claro que los pacientes de lupus tienen garantizado su tratamiento. Lo que ha hecho Sanidad es evitar su acaparamiento y mal uso. Los que tienen tratamiento de larga duración pueden seguir con el Dolkine. Su farmacéutico se lo conseguirá en cuanto presenten la receta y la verifique la inspección. Otra cosa es que en las farmacias no puede haber existencias de ese fármaco", expone Manuel Muradás, presidente de Cofano, distribuidora de medicamentos a las farmacias.

Igual ocurre con los fármacos utilizados para la artritis reumatoide. "Las farmacias están abastecidas de medicamentos, también de paracetamol aunque con control. Otra cosa es el alcohol o las mascarillas, que no las fabricamos en España, y seguimos a la espera de conseguirlas", concluye."