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Aumenta un 20% el consumo de inductores naturales del sueño, antidepresivos y psicotrópicos

La ansiedad crece en zonas donde residen los afectados por los ERTE - La convivencia diaria empieza también a crear problemas

Mascarillas y mamparas de plástico como protección en la farmacia de Priegue, en Nigrán. // FdV

Las casi cuatro semanas de confinamiento en casa por el coronavirus y la pérdida de empleo, con miles de puestos de trabajo suspendidos por los ERTE, así como la incertidumbre sobre el futuro que nos aguarda, empiezan a pasar factura a los ciudadanos. Los farmacéuticos, siempre en la primera línea sanitaria, han detectado que la gente duerme mal y que la ansiedad y la depresión empiezan a cobrar fuerza. Una situación que, aseguran, irá a peor cuanto más tiempo pase. En el centro de las ciudades se prefieren hipnóticos naturales para inducir al sueño, como la valeriana, mientras que en los barrios populares crece el número de pacientes con diagnóstico medico. También se afronta la crisis sanitaria de forma distinta en el rural, donde la mayoría de las casas cuentan con jardín o huerto, lo que suaviza el aislamiento.

"El consumo de antidepresivos y psicotrópicos empieza a crecer, especialmente en el caso de benzodiacepinas como el Trankimazín. En nuestro caso la venta se ha incrementado un 20% por encima de lo normal, y se trata de personas jóvenes de nuevo diagnóstico", explica el boticario vigués Pablo Pérez Enríquez, desde la farmacia frente al estadio de Balaídos.

Incide en que se dispensan con receta médica, aunque también ha aparecido la picaresca para hacer acopio de algunos medicamentos restringidos. "Se presentan recetas falsas y otras de médicos de fuera de Galicia, procedentes de otras autonomías y sospechosas. Por supuesto que esos casos no se atienden", apostilla.

En la farmacia de Policarpo Sanz, en el centro de Vigo, Susana Migueles no ha registrado una mayor venta de antidepresivos. "Muchos clientes tienen el sueño alterado y me piden sustancias naturales, como valeriana". Una situación similar se registra la compostelana farmacia de Cortiñas.

También en la botica de Priegue, en Nigrán, la farmacéutica Laura Vázquez indica que sus clientes solicitan inductores naturales del sueño, fundamentalmente melatonina: "En el rural el confinamiento se lleva mejor,. De hecho esta es una zona de veraneo y muchas segunda residencias están ocupadas".

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