Ahora que Pedro Sánchez adapta conocidísimas citas de Winston Churchill y de John F. Kennedy para sus largas alocuciones televisivas, viene a la mente "Fool's overture", tema de Supertramp que se abre con un fragmento del que ha pasado a la historia como el más famoso discurso del primer ministro británico durante la II Guerra Mundial:

Seguiremos hasta el final. Lucharemos en los mares y océanos. Defenderemos nuestra isla, sea cual sea el coste. ¡Nunca nos rendiremos!

Churchill lo pronunció el 4 de junio de 1940 ante la Cámara de los Comunes. El político conservador supo desde el principio que el expansionismo nazi no se iba a detener con concesiones territoriales y preparó a su país para el panorama catastrófico que se avecinaba, contándole siempre la dura verdad y no prometiéndole más que "sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor", lo que prueba que entre citar a Churchill y tener su talla de estadista media un abismo. Lo sabrá también uno de sus biógrafos y sucesor actual en el cargo, Boris Johnson, que rectificó su estrategia inicial sobre el Covid-19 cuando ya era demasiado tarde y la curva epidémica en el Reino Unido se había disparado.

Pero vayamos a la canción. Fue escrita por Roger Hodgson en solitario, aunque en los créditos del disco aparezca como coescrita con Rick Davies por un pacto entre ambos. Cuando la compuso pudo escuchar cada una de las secciones de una orquesta en su cabeza, y es que esta "Obertura del loco" está estructurada como una sinfonía. Se inicia con un piano de cola, costoso instrumento que Hodgson se ocupa de tener siempre en sus conciertos, aunque solo sea para interpretar esta canción, fija en su repertorio en solitario desde que dejó Supertramp en 1983.

Además del discurso de Churchill se escucha en algún momento de sus casi 11 minutos el sonido de una multitud, las campanas del Big Ben, un fragmento de la pieza de Gustav Holst "Venus", la primera estrofa de un poema de William Blake, "And did those feet in ancient time", y un extracto de "Dreamer", un éxito anterior de Supertramp. Después del primer "movimiento", Hodgson arranca con la primera estrofa, que da una idea del significado del tema:

La historia recuerda cuán grande puede ser la caída (...)

Parecía que las respuestas eran tan fáciles de encontrar

"Demasiado tarde", gritan los profetas

La isla se está hundiendo, vayámonos al cielo

"Es cómo percibía la vida entonces, que la gente vivía en la negación de a donde nos dirigíamos y del modo en el que el planeta se dirigía", ha explicado Roger Hodgson, que tocó esta canción en Vigo en sus conciertos veraniegos de 2017 y 2019. Antes, cuando la tocaba con Supertramp, se mostraban en pantalla imágenes de la II Guerra Mundial y saltaban al escenario figurantes disfrazados de Charles Chaplin, la cerdita Peggy y Adolft Hitler, entre otros. Más solemnes han sido sus interpretaciones con orquesta, que alcanzan tal grado de emotividad que a hasta al propio Hodgson le suelen poner un nudo en la garganta.

La canción cerraba el quinto álbum de Supertramp, "Even in the quietest moments" (1977), en cuya foto de portada aparece un piano de cola cubierto de nieve plantado en la cima de una montaña. En la partitura del piano figura el título de "Fool's overture", pero las notas del pentagrama son las de "The star spangled banner", el himno de Estados Unidos, lo cual se interpreta como un mensaje sobre los tontos que ignoran la historia y que pueden llegar a gobernar las grandes naciones, tanto a mediados de los 70 como en nuestros días.