El sector marisquero es de los más afectados, puesto que están obligados a trabajar pese a no tener compradores. La amplía mayoría de los trabajadores están en casa y, por eso, piden a la Consellería do Mar el cierre de la actividad. Sin embargo el departamento que dirige Rosa Quintana recordó al sector que solo el Gobierno central puede tomar esa decisión tras el estado de alarma. Algo que ahora refrenda el ISM en un escrito enviado a las cofradías gallegas, en las que además les recuerda que es "una actividad esencial".