Desde la Federación Galega de Confrarías creen que la situación del marisqueo "es algo que clama al cielo". "En la pesca vamos arreglándonos, aunque sea vendiendo barato, pero en el marisqueo no hay quien compre; estamos muy preocupados", explica su presidente José Antonio Pérez. "En esto todas las cofradías y federaciones vamos de la mano; si no se celebran bodas, ni hay banquetes, ¿qué hacemos con los productos?", señala.