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Confinadas con el enemigo en casa

Las llamadas al 016 suben un 18%, pero no las denuncias | Una mujer, rescatada en Vigo porque sus vecinos oyeron los golpes

Vecinos de Cangas aplauden a los sanitarios desde sus casas. // G.N.

Más solas y aisladas que nunca, en manos de su maltratador. Así viven este confinamiento por el coronavirus muchas víctimas de violencia machista obligadas a un aislamiento forzoso en casa con su agresor. La Policía rescató a una mujer de su maltratador ayer en Vigo, gracias a sus vecinos. Los golpes que oían y los gritos quedos de la víctima les llevaron el martes a alertar a los agentes. La afectada no quiso denunciar, pero mientras él dormía bajo los efectos de alcohol y drogas pasó tanto miedo temiendo lo qué sucedería cuando se levantase, que llamó a una amiga. Ésta le aconsejó que hablara con una técnica de la asociación Faraxa y le pasó el número. La mujer, de nacionalidad brasileña y estancia irregular en España, reconoció que llevaba casi diez meses sufriendo malos tratos y permitió finalmente que ayer se avisara al 016. El hombre se enteró y comenzó una nueva agresión, si bien los vecinos llamaron a la Policía que finalmente se lo llevó detenido.

En las dos primeras semanas del estado de alerta, el incremento de consultas al teléfono 016 -de atención a las víctimas que funciona las veinticuatro horas del día-, ha crecido un 18% respecto al mes anterior, con 3.000 llamadas más, según datos facilitados ayer por el Ministerio de Igualdad.

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Este incremento de consultas no se refleja en el número de denuncias presentadas, al menos en Galicia. Las fuerzas de seguridad, los juzgados de Violencia y la Xunta no han detectado un aumento de casos, sino casi una pequeña reducción. Así, durante el estado de alerta se recibieron en el Teléfono da Muller 900400273 un total de 162 llamadas, un 19% más que en la primer a quincena del mes; se derivaron a centros de acogida seis mujeres y dos niños, y los juzgados comunicaron 24 órdenes de protección, un 32% menos que en la primera quincena de marzo, según datos de Vicepresidencia.

Expertas de los Centros de Información a la Mujer, CIM, señalan que las víctimas están confinadas con sus agresores y les resulta más difícil pedir ayuda. "No podemos llamar a nuestras usuarias porque las pondríamos en peligro, sus maltratadores no saben que nos consultan y son ellas las que tienen que contactar con nosotras, pero mi consejo es que en caso de necesitar ayuda llamen directamente a las fuerzas de seguridad para no desperdiciar tiempo ni ocasión", explica la abogada Estrella Piñeiro, asesora jurídica del CIM de O Salnés en Vilanova de Arousa.

También el miedo y la incertidumbre ante la situación de pandemia actual puede incidir en demorar las denuncias, explica Elena Molanes, directora del Centro de Emergencias de Vigo (CEMVI). El centro de acogida vigués está repleto de mujeres y niños, pero ya lo estaba cuando empezó el estado de alerta. De momento la Rede Galega de Acollida tiene plazas libres en distintas residencias. Además, Igualdade cuenta con habitaciones en hoteles por si fueran necesarias.

Elena Molanes destaca la importancia de la aplicación de la Xunta EscApp, pues basta pulsar una tecla para pedir auxilio y no deja rastro en el teléfono. También valora la aplicación Alertcops. Pero resalta la importancia de los vecinos durante el confinamiento: "La víctima no siempre puede llamar al 016 ni enviar un WhatsApp, pero puede hacer ruido y que la oigan". Sostiene que al acercarse a la ventana para los aplausos de la tarde, es también momento de pedir ayuda. "A una mujer de Vigo la rescatamos porque tiró un papelito a la calle con una nota contando que estaba retenida y un vecino lo recogió", indica.

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