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Los sectores esenciales en Galicia "tiran del carro"

Las empresas de alimentación, sanitarias o vigilancia trabajan con restricciones y muchas medidas de prevención - La estiba mantiene "viva" la ciudad con su actividad en el puerto

Empleados de Termavi siguen el movimiento de contenedores desde la sala de control // J. Lores

Los sectores esenciales se han convertido en el pulmón de una economía bajo mínimos en Galicia. El cierre efectivo desde ayer del resto de industrias tal y como decretó el Gobierno el pasado domingo deja "todo" en manos de trabajadores de la alimentación, la estiba, la banca o el sector sanitario, entre otros. Su actividad soporta y alimenta al resto de la población cuidándose con todas las medidas de protección frente al coronavirus. Son la despensa de Vigo y el resto de la comunidad, pero tienen ante sí el reto de mantener el ritmo y sobrevivir a una situación que, en todos los casos, puede llevarse a firmas por delante.

La alimentación es, sin duda, uno de los más esenciales. Ahí, empresas de comida Son el caso, por ejemplo, de las panaderías, obligadas a reducir la variedad e intentando soportar la desaparición de uno de sus principales clientes, el canal Horeca. Misma situación que soportan en las bodegas de los reconocidos vinos gallegos, centrados (los que pueden) en abastecer a las grandes superficies y en mantener las cosechas de cara al futuro. Los mercados de proximidad, por su parte, notan un aumento de la clientela que huye de las abarrotadas grandes cadenas y descartan el desabastecimiento.

En el caso de la banca el grueso del sector ha optado por concentrar la actividad de sus oficinas, con cierres temporales de parte de la red para reducir la exposición de sus trabajadores. En paralelo al teletrabajo han rotado al personal de las sucursales, con intensas campañas para la utilización de la banca electrónica o los cajeros contactless. La prueba de fuego del pago de las pensiones, que se adelantó hasta incluso el día 24, se superó sin incidentes.

También se ha disparado la actividad e la vigilancia o -indudablemente- el sector sanitario. En el primer caso entran las clínicas veterinarias, que se mantienen activas intentando atender los casos más urgentes y demorar el resto en la medida de lo posible. En el segundo, más allá de servicios públicos como el de Salvamento Marítimo o Gardacostas de Galicia, que siguen al pie del cañón, ha aumentado de forma notable la demanda de vigilantes para polígonos industriales o incluso urbanizaciones.

Y lo mismo sucede con los taxistas o los transportistas, que siguen en activo pese a la caída de la demanda y reducción de efectivos en el primer caso y la poca precisión de las medidas adoptadas por el Gobierno en el segundo, un sector "imprescindible".

Panaderías

Panaderías

Menos variedad, pero igual de vital

"¿Quién se compra ahora una tarta de un kilo o kilo y medio?". Las panaderías siguen trabajando a buen ritmo, pero la caída del canal Horeca y la baja demanda les obliga a reducir variedad en sus mostradores y a tomar medidas en los locales similares a las de los supermercados. El presidente de la Asociación Provincial de Panadería y Pastelería de Pontevedra (Aproinppa), Francisco Sánchez, explica que el sector arrastra dificultades desde "e primer fin de semana de restricciones" tras el "impacto tremendo " que supuso para el sector el cierre de la hostelería. "En algún caso fue devastador porque por lo general es el primer cliente para las panaderías y ha desaparecido", lamenta.

El también responsable de la Panadería Sánchez García recuerda que las empresas se adaptaron para sobrevivir a esta situación y adoptar medidas de seguridad. "El primer impacto fue el de cambiar la dinámica de trabajo", explica, "garantizando la separación, limitando aforo, instalando mamparas o rediciendo la variedad para agilizar las compras".

El presidente de Aproinppa, que lamenta que fechas como la Semana Santa o el Día del Padre estén "ya perdidos" para el sector, explica que las que peor lo pasan son aquellas que además contaban con cafetería (ahora cerrada) o las más centradas la repostería. "La pastelería es ahora un terreno muy complicado", señala.

Taxis

Taxis

Conduciendo "en tierra de nadie"

Los taxis siguen en la brecha. Pese a la reducción de movimiento en centros clave para el sector como los aeropuertos o estaciones de servicio, los taxistas salen cada día para intentar proveer un servicio considerado como esencial. Eso sí, la demanda no es la misma y desde las asociaciones se toman medidas para intentar aminorar el impacto. Es el caso de ciudades como Vigo, donde los 533 unidades están trabajando por turnos. "Un día salen los números pares y otro los impares; nos regulamos nosotros y aún así no trabajan todos", indica Manuel Chorén, presidente de la Asociación de Autopatronos del Taxi de Vigo.

Para Chorén la situación del sector es muy complicada porque las ciudades están vacías. "Prácticamente solo queda llevar a gente a los hospitales. Son cosas especiales o urgentes, por que por lo demás no hay nada", apunta.

A su juicio "lo ideal sería un cierre"_de la actividad, pero dada la situación Chorén reclama una mayor implicación de las administraciones para atender a su situación. "No hicieron nada, no tenemos tampoco material de protección, ya que las mascarillas las tuvimos que conseguir nosotros con una empresa privada, hablando con un montón de gente. Y_aún así no llegan para todos", explica.

Para el presidente de los taxis olívicos el sector está ahora "en tierra de nadie".

Mercados

Mercados

La cercanía como valor añadido

Resulta habitual encontrarse colas para entrar en los supermercados, pero estos no son las únicas tiendas de alimentación que permanecen abiertas. Los mercados, los de toda la vida, los de la clientela fiel, donde la cercanía y proximidad marcan ese valor añadido a las compras, siguen funcionando a pleno rendimiento, pero con las debidas precauciones. Es el caso del mercado municipal de Teis. Su gerente, Roberto Giráldez recuerda que días antes de que las grandes cadenas pusieran en marcha las medidas del Gobierno, "nosotros comenzamos ya a controlar el aforo, concretamente 15 días antes", explica.

Y es que a todos los placeros se les ha dotado de mascarillas y guantes así como otros medidas de seguridad al recinto en general. "Limitamos mucho nuestro aforo, hasta el 20% del total así como la distancia de seguridad. Al principio se formaba bastante cola y la gente no lo entendía muy bien, ahora ya sí", sostiene el gerente del mercado.

Reconocen que ya empieza a ver las primeras triquiñuelas de los clientes que acuden al mercado "hasta 3 o 4 veces al día" diciendo que se han olvidado de un producto.

Afirman que en sus instalaciones "no hay desabastecimiento". "Todos los puestos de este mercado menos la floristería y la cantina porque la ley lo impide están abiertos", explica Giráldez, que también añade que cada puesto se encarga del reparto doméstico a su clientela.

Guardacostas

Guardacostas

Vigilando más que nunca por tierra, mar y aire

Los virus no entienden de accidentes, por eso la labor de aquellos que velan por la seguridad de los que todavía siguen con su actividad económica es todavía más importante estos días. En el caso, por ejemplo, de los efectos de Salvamento Marítimo o del Servizo de Gardacostas de Galicia. Con la flota pesquera intentando traer a tierra los alimentos imprescindibles en esta situación de estado de alarma es necesario alguien que los asista en caso de accidente y que vigile que se opera acorde a las nueva situación. En el caso de Gardacostas, sus funciones "fueron declaradas esenciales" por parte de la Xunta, por lo que el servicio "se sigue desenvolviendo teniendo en cuenta la necesidad de preservar siempre la operatividad para casos de salvamento marítimo y lucha contra la contaminación".

Según explican desde la Consellería do Mar (de la que depende el Servizo), los guardacostas trabajan estos días aplicando todas las medidas y recomendaciones de las autoridades sanitarias, tanto de la Xunta como del Gobierno. Su labor por tierra, mar y aire se centra también en el resto de las labores que realizan habitualmente, como es también la incautación de mercancía capturada por furtivos. De hecho, el pasado 22 de marzo interceptaron a dos furtivos que vendían almeja "puerta a puerta" en pleno estado de alarma.

Clínicas veterinarias

Clínicas veterinarias

Los otros sanitarios indispensables

"Ahora se nos presenta el reconocimiento como actividad esencial, como crucial para la salud, algo que veníamos reclamando desde hace muchos años". El que habla así es el presidente en Galicia de la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE Galicia), Alberto Silva, para el que el sector vive "un escenario totalmente nuevo" desde que se inició el estado de alarma. "Esta situación es de mucha preocupación para todos y se vive con mucha incertidumbre", apunta.

El también responsable de la Clínica Veterinaria Mourente (en Pontevedra) indica que las clínicas gallegas siguen trabajando, pero "no en una dinámica normal" al encontrase aplicando nuevas medidas para evitar aglomeraciones y dar prioridad a los casos más urgentes. "En nuestro caso la cita previa es ahora obligatoria y filtramos las atenciones para las cosas que no puedan esperar, intentando hacer un triaje telefónico", comenta Silva.

El presidente de CEVE Galicia alerta que el sector de las clínicas veterinarias se está "adaptando e intentando aplicar a cada momento cada nueva disposición de las autoridades competentes", pero avisa que "hay repercusiones económicas, sobre todo en forma de ERTE o incluso de cierres". "Estamos todavía en los inicios de las consecuencias de una crisis que nos puede marcar para el futuro", añade Silva, que también alerta de que "hay servicios que pueden ser demorados, pero a lo mejor dentro de un mes pueden no serlo".

TRANSPORTISTAS

TRANSPORTISTAS

El eslabón clave en la cadena logística

Independientemente de si se trata de mercancías o de pasajeros, los transportistas tienen una función clave en este estado de alarma. Garantizan suministros a los supermercados o tiendas de alimentación pero también se sienten "inseguros" ante la "imprecisión" de las medidas para el sector impuestas por el Gobierno. Así lo explica José Carlos García, secretario de la Federación Gallega de Empresarios del Transporte (Fegatramer). García reconocen que en cuanto al transporte de pasajeros, la situación se ha regulado, no así para el de mercancías. "Lo importante es mantener la cadena logística dentro de los tejidos empresariales; el problema es el cierre de muchas auxiliares que nos coloca en una tesitura complicada", señala.

Y es que son muchas las empresas que necesitan de otra para poder mantener esta logística a la que se refiere García. "Por ejemplo, la instalación de sistemas de ventilación para un supermercado o hospital, si las grúas no deben estar trabajando, no se puede llevar", destaca, situación que genera una "inseguridad absoluta".

En este punto también hay que hacer una mención a los repartidores, que si bien no están integrados en el mismo sector, también se encargan del transporte y reparto a los consumidores finales o intermediarios como las tiendas de alimentación o supermercados.

Banca

Banca

La prueba de las pensiones, superada

Buena parte de las entidades financieras españolas ha cerrado temporalmente parte de su red para minorar las posibilidades de contagio entre clientes y empleados. Banco Santander, por ejemplo, tiene abiertas 1.730 de 3.225 sucursales, con rotaciones entre el personal para "garantizar el servicio". La entidad ha recomendado el cobro de la pensión a través de alguno de sus 7.000 cajeros (más de 2.000, contactless, sin necesidad de introducir la tarjeta), así como de realizar toda la operativa por canales digitales. En todo caso, amplió horarios el día 25, cuando empezó a ingresar las pagas de jubilación.

Banco Sabadell -opera en Galicia bajo la marca SabadellGallego- decidió suspender de forma temporal la actividad de 17 de sus 108 sucursales en la comunidad como medida de prevención. Asimismo, ha reducido el número de trabajadores que acuden presencialmente a las mismas, rotando equipos cada quince días e intensificando la prestación de tareas en remoto a través de la banca móvil. "Las solicitudes de tramitación de préstamos están siendo muy elevadas a la espera de que estén operativas las líneas ICO", resumió un portavoz.

Abanca, por ejemplo, procedió a realizar el pago de pensiones el día 24, y mantiene operativa toda su red con las medidas de seguridad e higiene recomendadas por las autoridades.

Vigilantes de seguridad

Vigilantes de seguridad

Proteger los negocios e industrias paradas

Los negocios e industrias que han tenido que bajar sus persianas sine die se contabilizan por mil en la comunidad gallega. Para garantizar que estos locales no sufrirán robos cada vez son más las empresas que recurren a firmas de seguridad privada para vigilar y salvaguardar sus propiedades.

Por ello, la demanda de vigilantes de seguridad se ha incrementado de forma notable. Así lo aprecia Roberto Lage, presidente de la Asociación de Expertos y Empresas de Seguridad Privada de Galicia (AESGA). "Especialmente se demandan sus servicios para la seguridad en polígonos industriales o incluso urbanizaciones. También en centros comerciales, si bien aquí se han notado un pequeño bajón ya que al cerrar muchas tiendas no es necesaria tanta vigilancia", reconoce Lage.

Define la situación de su sector como "un cara y cruz". La cara la pone los vigilantes de seguridad, y la cruz, las alarmas. "Antes era habitual encargarse de su colocación o del mantenimiento, ahora, como los moradores están en las viviendas, no es necesario este desplazamiento o su colocación. Además, los delitos han bajado de forma considerable, y eso también se ha notado", relata el presidente de AESGA.

Bodegas

Bodegas

Cuidar las viñas para tiempos mejores

El sector vitivinícola sigue al pie del cañón. Como industria de bebidas y alimentación figura entre las consideradas esenciales durante la crisis sanitaria, pero con el cierre del canal Horeca el grueso está sufriendo pérdidas en mayor o menor medida. "Hay bodegas que han tenido que cerrar, tanto grandes como pequeñas", explica el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, que también matiza que "el grado de afectación varía mucho de una a otra".

Desde FEV prevén hacer una encuesta en todo el sector para realizar una fotografía de las bodegas españolas, si bien Benítez señala que en Galicia "al menos las más grandes venden bastante en alimentación y están produciendo". Es el caso de Marqués de Vizhoja, la bodega de Arbo de Jorge Peláez que sigue operando "atendiendo pedidos online y de grandes superficies". "Seguimos con jornadas intensivas y todas las medidas de protección; no te puedes descontrolar porque te quedarías sin cosecha", apunta Peláez, que se fija como "misión" seguir operando sin aplicar un ERTE.

Desde Terras Gauda, por su parte, recuerdan que "la viña necesita que se siga atendiendo". Su director, Enrique Costas, califica la situación actual como un "varapalo" por la caída del canal Horeca. "Tenerlo cerrado es muy complicado", apunta.

Estiba

Estiba

Un activo indispensable durante la crisis

La ciudad duerme, pero el puerto permanece activo. El sector de la estiba es de los que mantienen el ritmo e incluso lo incrementan estos días con la llegada de las mercancías de primera necesidad (sobre todo alimentación, material sanitario y de consumo) y los últimos coletazos del sector de la automoción (vaciando su stock tras la parada de la planta de PSA). Fuentes del sector en Vigo confirman que por el momento la previsión de las navieras para las próximas dos semanas es de "normalidad" en lo que respecta al tráfico de contenedores y que hasta la fecha "hubo un aumento" de los movimientos.

Sin embargo, no se descarta que en las próximas semanas haya una caída del trabajo por el cierre de la factoría de Balaídos o por el cerrojazo decretado por el Gobierno el pasado fin de semana para las industrias no esenciales.

Por su parte, el presidente del comité de empresa de Serviport Noroeste CPE, Antonio Pino, ratifica la situación de normalidad en el trabajo de la plantilla, de 102 personas. Pino explica que "hubo un aumento de las bajas" por la crisis del coronavirus y que incluso hubo un positivo que obligó a parte de los trabajadores a quedarse en sus casas en cuarentena. "Por eso habíamos hecho dos grupos de trabajo para hacer protocolos de aislamiento si hacía falta", concreta Pino, que también echa en falta disponer de más mascarillas y material de prevención.

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