"Nos preocupa que apretar ahora el botón de pausa sea el botón de apagado para muchas o algunas empresas y también para muchos o algunos puestos de trabajo". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advirtió ayer contra las consecuencias de "un cierre abrupto" de la actividad económica y criticó la "improvisación" del Gobierno. En su opinión, la paralización de empresas decretada por el Ejecutivo debe ser "ordenada". "Hay que dar tiempo", demandó.

Para Feijóo las restricciones que existían hasta ahora eran "bastante razonables" y, por eso, mostró su inquietud por el cambio de planes del Ejecutivo central. Así se lo trasladó ayer a Pedro Sánchez, en el transcurso de una reunión mantenida por videoconferencia junto al resto de responsables de las comunidades autónomas.

A falta de disponer de documentación concreta para conocer al detalle las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno, a Feijóo le preocupan sectores como los fabricantes de envases de conserva, la venta online, la industria siderúrgica o la metalúrgica. "¿Y qué pasa con las obras en ejecución, no se puede cerrar de hoy para mañana, habrá que custodiar materiales, perimetrar la zona...?", expuso. Además mostró su preocupación sobre cómo afectará este cierre a Alcoa. "Puede suponer su paralización definitiva", advirtió.

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El PSdeG, sin embargo, aclaró que la industria siderúrgica y la electrointensiva, que engloba a empresas como Alcoa, son consideradas actividad esencial y, por lo tanto, no les afectará la paralización. De ahí, que el secretario xeral de los socialistas gallegos reclamara al titular de la Xunta que "deje su puesta en escena de tensión" y trabaje "con lealtad".

Feijóo no fue, en todo caso, el único presidente autonómico que ayer se mostró especialmente crítico con el Gobierno por la suspensión de toda actividad económica, salvo la de los sectores esenciales. El lehendakari Íñigo Urkullu declara que el empleo y la economía se enfrentan "a un panorama peor" después de la decisión adoptada por el Consejo de Ministros. "Había otras opciones menos lesivas", consideró.

El representante vasco defiende además que se tengan en cuenta las singularidades de cada comunidad a la hora de adoptar restricciones. "Frente a una contraproducente aplicación uniforme de las nuevas limitaciones, se debe permitir su adaptación a la realidad sanitaria e industrial de cada comunidad autónoma", reclamó.

Pero su demanda cayó en saco roto. El Gobierno dejó claro que las nuevas restricciones de movilidad se aplicarán de forma homogénea en todas las comunidades autónomas sin excepción. "No tiene sentido hacer diferencias entre comunidades porque el virus no entiende de fronteras ni de ideologías", asegura la ministra portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.

De hecho, la responsable de Hacienda recalcó que cada unas de las autonomías deben aplicar estas medidas porque, de lo contrario, "el esfuerzo de algunos no tendría resultado".

En Galicia el presidente de la Xunta no descartó nuevas ayudas económicas a sectores afectados, pero Feijóo advirtió que antes deben conocer el contenido concreto de las medidas aprobadas en Consejo de Ministros.

En donde sí hubo apoyo al Gobierno por parte de Feijóo fue en las negociaciones que hay en el seno de la UE para articular una estrategia conjunta frente al coronavirus. "El Gobierno tiene nuestro apoyo sin fisuras", aseguró.