El número de fallecidos en Italia a causa del coronavirus alcanzó ayer los 10.023, al registrarse 889 muertos en las últimas 24 horas, pero continua la tendencia a la baja de los contagiados, informó Protección Civil. El número total de personas infectadas desde la detección del virus en Italia el 20 de febrero fue de 70.075, 3.651 enfermos más que el viernes. Se mantiene la tendencia a la baja de los casos positivos con un 5% más que ayer, pero menos del 7 % del viernes con cinco días de bajada de los infectados.

A pesar de la elevada cifra de fallecidos, la segunda más alta desde que comenzó la crisis, el jefe de Protección Civil de Italia, Angelo Borrelli, destacó que 1.434 personas han sido declaradas curadas, lo que es el dato más alto hasta ahora y el doble respecto al viernes. Borrelli afirmó: "Si no se hubieran adoptado medidas drásticas de contención, tendríamos otros números y las instalaciones de salud que ya se encontraban en condiciones críticas habrían estado en un estado dramático".

La situación en los hospitales italianos es esta: 26.676 pacientes hospitalizados con síntomas, un aumento de 647, 3,856 en la UCI, 124 más, mientras que las personas en aislamiento domiciliario son 39.533. Mientras que crece el numero de pruebas, que llega a las 429.526, sólo en las últimas 24 horas se han realizado 35.447.

El Gobierno italiano está preparando el decreto que extendería las medidas restrictivas otras dos semanas, con la posibilidad de algunas excepciones, aunque mínimas, para las empresas, a partir del 3 de abril hasta cuando estaban previstas las primeras disposiciones. Según adelantaron algunos medios, las medidas vigentes se ampliarían hasta el 18 de abril.

Por otra parte, también crece la preocupación de que las medidas de confinamiento y el cierre de actividades afecten sobre todo al sur del país, mucho más frágil económicamente. Algunos aislados episodios en Sicilia de asaltos a los supermercados han hecho que se dispare el miedo. "Tengo miedo de que las preocupaciones de amplias franjas de la población por la salud, la renta y el futuro, conforme se alargue la crisis se transformen en rabia y en odio. Hay áreas sociales y territorios frágiles", advirtió el ministro para el Sur, Peppe Provenzano, en un entrevista.