La pandemia del nuevo coronavirus originado en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, en el centro de China, deja ya casi 650.000 contagios y casi 30.000 fallecidos en todo en todo el mundo debido principalmente a la explosión de la epidemia en Estados Unidos, que acumula una sexta parte de los casos, ya muy por delante del país de origen, la mitad de ellos en Nueva York.

Según el balance global actualizado ayer a última hora por la Universidad Johns Hopkins, la pandemia del nuevo coronavirus se ha extendido por 177 países y territorios, dejando un total de 649.904 personas contagiadas y 29.848 víctimas mortales. El número de personas que han conseguido curarse de COVID-19, la enfermedad generada por el coronavirus, asciende a 137.283, la mayoría de ellas en China.

Los cuatro países más afectados por la pandemia (Estados Unidos, Italia, China y España) suman más de 359.187 casos, lo que representa más de la mitad del total de personas contagiadas con el virus en todo el mundo.

El ritmo de crecimiento de la pandemia del nuevo coronavirus se ha acelerado de forma muy pronunciada en las últimas semanas. Desde que comenzó el brote en la ciudad de Wuhan en noviembre de 2019 hasta que se registraron los primeros 100.000 casos transcurrieron 67 días, mientras que la cifra de 200.000 positivos se alcanzó once días después y la de 300.000 solo cuatro días más tarde.

Los 400.000 casos se superaron el pasado martes, tres días después de que el sábado se llegara a la cifra de 300.000 positivos en todo el mundo, y este jueves la pandemia superó los 500.000 casos, impulsada en buena parte por el crecimiento de contagios en Estados Unidos.

Estados Unidos se sitúa desde el jueves como el país más afectado por número de casos, con un total de 112.468 personas contagiadas.El país norteamericano experimentó un crecimiento exponencial en la última semana, con ocho días consecutivos marcando crecimientos diarios de más de 5.000 casos, los dos últimos superando la cifra de 12.000 contagios en cada uno de ellos.