Nunca imaginó que su viaje soñado acabaría en pesadilla. "Jamás habría salido de Londres si me hubiera imaginado que existía un riesgo de alerta sanitaria mundial". Soledad Amado, ferrolana de 35 años, vive en la capital británica desde hace un lustro y partió hacia Perú el 28 de febrero, con billete de vuelta para el 20 de marzo. Pero sigue allí, confinada con su novio, británico, en una habitación de hotel y sin saber cuándo podrá regresar a casa. Ni la embajada española ni la del Reino Unido les prestan apoyo por el momento. "No tengo opción de rescate", confiesa desesperada al otro lado de la línea telefónica.

La pareja pretendía recorrer el país durante tres semanas, visitó el Machu Picchu y se dirigió al norte para conocer lugares menos frecuentados por el turismo e ir a la playa. Tomaban el sol en la ciudad de Tumbes a 20 horas de Lima, cuando "sin previo aviso", el Gobierno cerró las fronteras para frenar la pandemia. "Quedó prohibido todo el transporte, aéreo y terrestre, e intentamos por todos los medios llegar a la capital pero fue imposible". Al fin encontraron un taxi que los dejó en la localidad de Piura, a 17 horas del aeropuerto limeño, el único desde el que podían abandonar el infierno. Tras "pasar mucho miedo porque ningún hotel nos abría las puertas" acabaron en uno de cuatro estrellas, con otros quince turistas.

Soledad es pesimista porque "el consulado español me dice que estoy demasiado lejos para una repatriación. Me recomiendan buscarme un nuevo vuelo comercial cuando abra el espacio aéreo. Estos vuelos, ya para mayo, van de los 500 a los 10.000 dólares y nadie garantiza que puedan salir. Mientras tanto, el Gobierno español anunció repatriaciones pero solo ha organizado un vuelo comercial para clientes de Iberia", asegura.

El Reino Unido ha iniciado las repatriaciones, afirma, el miércoles 25 "pero solo para personas en Lima, Cusco y Arequipa y nos pidió 3.500 dólares por volver a casa".

La situación "no ha dejado de empeorar" . Se enfrenta a la posibilidad de que el Reino Unido rescate solo a su pareja y a que el Covid-19 llegue antes de poder marcharse. "Sabemos que algunos turistas se han infectado en Cusco y todo el hotel debe estar en cuarentena de 1 a 3 meses. Tenemos mucho miedo a que esto ocurra. Sin ayuda del seguro y sin poder trabajar el dinero se acaba y no podemos vivir tres meses en un hotel mientras pagamos el alquiler en Londres y tratamos desesperadamente de cazar vuelos fantasma a precios de pura extorsión", denuncia.

Mientras tanto, reconoce que "el ambiente se va caldeando". "Algunos hoteles han cerrado y dejado a la gente en la calle, hay personas terminando la medicación que necesitan, mayores atrapados en zonas donde la altitud dificulta la respiración... Somos 1.300 españoles y 700 británicos aquí. ¿Qué ocurrirá cuando a alguno nos pase algo?".