Paradoja informativa, la crisis sanitaria del Covid-19 está reforzando la posición en la primera línea del servicio público de periódicos y medios de comunicación en todo el mundo al tiempo que hace peligrar su fortaleza empresarial, lastrada por la caída de los ingresos publicitarios que ha traído, también, la pandemia. El sector pide ayuda y algunos gobiernos ya están empezando a poner en marcha planes específicos para sostener el papel esencial de la prensa. Italia, uno de los países más castigados en lo sanitario, ha sido pionera en este tipo de acciones, con ayudas que, no obstante, el sector juzga insuficientes.

Andrea Martella, subsecretario para el sector editorial en Italia, explicó durante los primeros días de la crisis que los kioscos tendrían la misma consideración que farmacias y supermercados y que no cerrarían. Las medidas del área de Martella, con otra reforma más ambiciosa del sector que se venía gestando desde hace meses a punto de presentarse, pasan de momento por la posibilidad de desgravar hasta el 30% de las inversiones de publicidad en los medios italianos y por parecidas ventajas fiscales para pequeñas empresas de la cadena informativa (kioscos, rotativas, redacciones), que podrán deducir hasta 4.000 euros por diversos costes de funcionamiento, como los gastos de alquiler.

A la espera de otras medidas aún no confirmadas, como las ayudas a la compra del papel, la Federación italiana de Editores de Periódicos calcula que la audiencia crece un 26,7% mientras la publicidad se desploma entre un 25 y un 30%, y que las ayudas en Italia tendrán que sumar entre 60 y 80 millones de euros si quieren ser efectivas. Parecidas reflexiones hace la Asociación de Medios de Información, donde se alerta de que una "crisis de liquidez puede llevarse al sector por delante". Sus previsiones son de una reducción de la facturación publicitaria de en torno al 50%.

Pese a la falta de un plan de choque más ambicioso que supere las ventajas fiscales, Martella se ha volcado en la defensa de los periódicos. "Durante la emergencia", declaró recientemente, "toda la cadena de la información continuará trabajando como un guardián esencial del servicio público y la democracia. Seguimos unidos, conectados e informados. Venceremos". Los periódicos, insistió el subsecretario, "desarrollan un servicio esencial porque a través de la publicación de noticias útiles y verídicas ofrecen una brújula actualizada sobre los pasos a cumplir para superar esta situación. Por esto, se debe ayudar y apoyar a la prensa".

Firme, también, en el apoyo a los medios se ha mostrado en Canadá la administración Trudeau. La secretaría de estado para las comunicaciones centra allí las ayudas urgentes a los periódicos en una reorientación de toda la publicidad institucional en prensa, dedicándola de forma específica e intensiva en anuncios relacionados con la sanidad y la lucha contra la pandemia. La promesa es que los 30 millones de dólares de campañas contra el Covid-19 se invertirán en su mayor parte en medios canadienses, limitando a menos de un 2% la cuota que podrían llevarse los gigantes tecnológicos.

En Irlanda, el diputado verde Brian Leddin ha pedido también un apoyo urgente del gobierno a la prensa, como método fiable para combatir noticias falsas y ayudar, así, a la salud pública. "Necesitamos medios de comunicación locales fiables para garantizar que las personas reciben información precisa, justa y responsable. Habrá un impacto en la salud pública, especialmente en las zonas rurales, si se permite que cierren los periódicos locales; alentaría a todos a comprar un ejemplar al día, en el kiosco o en la red".

En Reino Unido, un informe del Edelman Trust Barometer certificó que el 67% de los británicos están obteniendo la mayor parte de su información sobre el virus de las principales organizaciones de noticias, muy por delante del gobierno nacional (34%) y redes sociales (22%). Las empresas británicas del sector se están agrupando en el lanzamiento de campañas como #ThereWithYou , para recordar a los lectores de prensa local que las cabeceras seguirán apoyándoles en estos tiempos duros, o la de #BackdontBlock, para pedir a las empresas que retrocedan y no renuncien a invertir en publicidad.

Desde la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA), su presidente, Fernando Yarza, ha explicado que la crisis ha ido a caer "en el peor momento posible, en pleno lanzamiento de los modelos de suscripción". Yarza reclama, así, ayudas concretas, "líneas de financiación para pasar esta travesía en el desierto". "Si no se articulan ayudas", concluyó "va a ser un tsunami y una tragedia para la democracia.