El pacto de los republicanos y los demócratas anteayer en el Senado de EE UU para lanzar el mayor plan de estímulo fiscal de la historia de EE UU por un importe de 2 billones de dólares (10,26% del PIB de la mayor potencia del planeta) y el anuncio del G-20 por el que las grandes economías mundiales se comprometieron durante su cumbre virtual de ayer (con la participación del presidente del Gobierno español) a inyectar en conjunto 5 billones de dólares (4,53 billones de euros) en la economía mundial y a aumentar la fabricación de productos sanitarios (aunque no se anunciaron medidas distintas a las conocidas) impulsaron al alza a las bolsas por tercer día consecutivo, incluida Europa, pese a que en la UE persiste la división y la falta de entendimiento entre los Gobiernos sobre las acciones mancomunadas que el área podría poner en marcha para dar respaldo financiero a los países y a sus haciendas públicas en la lucha contra la pandemia.

A la espera del desenlace del Consejo Europeo (la cumbre de jefes de estado o de gobierno de los 27 países de la UE), convocado para ayer por la tarde, y en la que no se barruntaba un acuerdo rápido ni satisfactorio, los mercados se vieron apoyados también por la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de suspender (como ya había aventurado el día 19) las normas que limitan el porcentaje máximo de deuda adquirible por país y otras restricciones, cuyo levantamiento otorgará a la autoridad monetaria una mayor discrecionalidad en el uso de los 1,1 billones que se comprometió a emitir este año para garantizar la estabilidad financiera y aplacar tensiones en las primas de riesgo de los bonos nacionales del área.

"Nos comprometemos a hacer lo que haga falta y a usar todas las herramientas políticas disponibles para minimizar el daño económico y social de la pandemia", indicaron ayer por su parte los países del G-20 al término de una reunión virtual de líderes del organismo.