El incremento diario de víctimas mortales cayó por primera vez en una semana, pero este rayo de esperanza quedó amortiguado por la polémica de la compra de un lote de 9.000 test de diagnóstico rápido por parte del Ministerio de Sanidad que no funcionan y que el Gobierno va a devolver.

España suma 56.188 contagiados, un 18% más en un día, un dos por ciento menos que hace dos jornadas. Los muertos por coronavirus son ya 4.089. Son 655 más en 24 horas, lo que supone un 19% más, pero lejos del 27% de incremento del día anterior. Son 83 fallecimientos menos.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se agarró a estos datos para asegurar ayer en el Congreso que España podría estar aproximándose al "pico de la curva" de contagios por Covid-19, lo que supondría iniciar una fase de estabilización de la pandemia. "De confirmarse esta tendencia general, esto indicaría que el número de casos notificados se podría estar aproximando a su máximo. A lo que coloquialmente llamamos el pico de la curva", explicó.

El ministro explicó que el incremento medio diario de casos notificados entre el 28 de febrero y el 16 de marzo se situó en torno al 40%, mientras que entre el 17 al 24 de marzo, ha sido de cerca del 20%. Estos datos son los que le permiten afirmar en su opinión que "la transmisión podría estar ralentizándose e incluso estabilizándose gracias a las medidas adoptadas".

No obstante, advirtió de que el pico en los hospitales y, especialmente, en las UCI, no ha llegado todavía. Se espera para mediados de abril, y "de forma escanolada en las distintas regiones". Ya sucede así. Madrid, con 17.166 infectados, Cataluña, con 11.592 y País Vasco con casi 4.000 son las comunidades con más casos.

El departamento de Illa reconoció el error con las pruebas de diagnóstico rápido. Los tests tienen una sensibilidad del 30%, cuando deberían superar el 80%, lo que supone que dan muchos falsos negativos. Sanidad quería los tests para diagnosticar más casos de coronavirus que todavía no han aflorado, pues sólo se hacen prueba a los casos más graves y son muchas las personas con síntomas a los que se no les diagnostican precisamente por falta de test. El Ministerio anunció el finde semana la adquisición de 640.00 test rápidos, pero los 9.000 primeros que se han repartido no valen. El PP ya ha exigido la asunción de responsabilidades.

El líder del PP, Pablo Casado, en su cuenta de Twitter, aseguró: "Sánchez debe explicar por qué el Gobierno no ha validado los test que ha comprado y que no funcionan, y si se han adquirido a una empresa sin licencia, como dice China. Si es cierto, estamos ante una auténtica irresponsabilidad que debe tener consecuencias".

Por su parte, el ministro Salvador Illa en su comparecencia en el Congreso se defendió: "La partida que nos llegó fue comprada a un distribuidor nacional que nos dio las garantías y era un producto marca CE", esa marca 'garantiza que puede venderse en toda Europa porque cumple la normativa de la Unión Europea.También afirmó que sobre este producte no había alertas por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ni de la Agencia Europea del Medicamento.

Posteriormente, en una nota de prensa, el Ministerio de Sanidad asegura que no compró los test rápidos de coronavirus defectuosos directamente a China sino a través de un proveedor nacional, del que no facilitó el nombre.

Sanidad también explicó que la partida de test rápidos ya ha sido devuelta y que contaba con homologación europea para su compra y comercialización en todo el espacio comunitario.

La Embajada de China en España en su cuenta oficial de Twitter aseguró que los kits de test rápidos fueron comprados a una empresa sin licencia. El Ministerio de Comercio de China ofreció al Ministerio de Sanidad "una lista de recomendaciones de proveedores clasificados" entre los que no se encontraba la compañía a la que el Gobierno español adquirió las pruebas de diagnósico rápido.

Esa empresa carece de "licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos", remarco la embajada.

Horas después la empresa hizo llegar al Gobierno una carta, que este distribuyó a los medios de comunicación, en la que asegura que cumple con todos los requisitos para exportar a la Unión Europea y se ofrece a volver a enviar los test "para asegurar la sensibilidad y especificidad y ayudar a España a luchar contra la Covid-19".'